Exposiciones
Takako Yamaguchi irrumpe en el MOCA con sus Seascapes
Después de participar en la Whitney Biennial de 2024, la artista crea su primera exposición en solitario en su ciudad natal adoptiva.
El Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles presenta MOCA Focus: Takako Yamaguchi, la primera exposición individual de la artista japonesa-estadounidense en un museo de la ciudad. La muestra, abierta del 29 de junio de 2025 al 4 de enero de 2026, incluye diez pinturas recientes de su serie Seascapes (2021–2025), caracterizadas por líneas precisas, patrones repetitivos y pigmentos metálicos que reinterpretan la naturaleza de manera abstracta. A sus 72 años, Yamaguchi consolida su carrera con un enfoque que mezcla la lentitud contemplativa y la sofisticación formal, reafirmando su singular visión dentro del arte contemporáneo.
Takako Yamaguchi es una artista japonés-estadounidense con una carrera dedicada a reivindicar lo decorativo y lo sentimental frente a la rigidez del modernismo formal. Con una vasta trayectoria independiente, su trabajo ha cobrado gran impulso en los últimos años, tanto en subastas como en museos.
Yamaguchi se vincula al movimiento Pattern and Decoration de los años setenta, distinguiéndose por incorporar en su obra elementos como la ornamentación, la moda, la belleza, la empatía y la emotividad, en abierta contraposición a la hegemonía del minimalismo y la abstracción formal de la época.
Su producción artística se nutre de un sincretismo visual que entrelaza el arte decorativo japonés, el Art Nouveau, el muralismo socialista mexicano, el trascendentalismo estadounidense y el romanticismo europeo. A esta estrategia creativa, la propia artista la ha definido como una “poética del disenso”, entendida como un gesto de recuperación y revalorización de aquello que el modernismo había relegado o desestimado.
Las pinturas de Yamaguchi en el MOCA de Los Ángeles, ejecutadas con precisión pero impregnadas de una sutil sensualidad, combinan un vocabulario visual que entrelaza influencias tanto orientales como occidentales. A través de zigzags abstractos, espirales y trenzados, evoca motivos naturales como la lluvia, las olas o las montañas, dando forma a una síntesis que corona décadas de exploración y provocación en torno al estilo, el gusto y la identidad. A sus 72 años, Yamaguchi confiesa estar disfrutando esta exposición más que nunca. Su obra se distingue por una lentitud deliberada y un carácter opuesto al ritmo acelerado del arte de consumo masivo, mostrando una resistencia consciente frente a lo convencional.
