Exposiciones
Habitar el barco, revelar el alma: el arte de Lluís Ventós en la Sala Parés
Hasta el 29 de noviembre puede visitarse una nueva exposición del artista de Barcelona.
La pintura y la escultura se dan la mano en el universo creativo de Lluís Ventós, un artista que hace años que teje su obra inspirándose en las formas y colores del arte y la cultura popular —propios y ajenos—, así como en los misterios y las historias del mundo marítimo y de la navegación. Cada pieza suya parece un puente entre tradición e imaginación, entre tierra y mar, invitando al espectador a explorar paisajes visuales y emociones que navegan más allá de lo que se ve a simple vista.
Lluís Ventós. Joven Dolores. Madera de almendro.
Del 30 de octubre al 29 de noviembre expone Mascarons en la Sala Parés de Barcelona, espacio en el que expone desde 1998. Apasionado por los materiales —desde maderas de procedencias diversas hasta el granito, el mármol o el bronce—, Lluís Ventós sabe revelar su belleza más pura y esencial. Su estética, limpia y sobria, se refleja en composiciones que buscan el equilibrio perfecto, donde las formas geométricas se estiran hacia la abstracción, confiriendo a sus pinturas una armonía serena y medida.
Ignacio de Planell escribe sobre la exposición: "Ha vuelto a los barcos que lo han atravesado ya los que él ha atravesado. Ha puesto madera, hierro e intuición allá donde otros sólo verían una barca. Y ha convertido veintiséis embarcaciones en veintiséis barcos. Pero, atención, aquí no se trata de representar. Cada mascarón es un fragmento de vida; una confesión escultórica; una historia que se despliega como una vela.
Lluís Ventós. Koyduk-s. Hierro.
Lluís Ventós es un artista que teje un puente entre la abstracción y la escultura contemporánea, explorando con delicada intuición los símbolos y esencias materiales. Su obra fluye entre la pintura y la escultura, transformando madera, metal, vidrio o piedra en formas que hablan tanto de la cultura popular como de las raíces más primitivas de nuestra memoria colectiva. Cada pieza suya invita al espectador a perderse en el juego sutil de la forma, el volumen y la materia, despertando la percepción y sugiriendo historias ocultas que habitan en la simbología de la materia.
