Hace justo un año, Valencia vivió uno de los episodios meteorológicos más impactantes de su historia reciente: Dana, o Depresión Aislada en Niveles Altos, que transformó calles y plazas en ríos efímeros y puso a prueba la resiliencia de la Comunidad Valenciana. Más allá de la tragedia y de los daños materiales, Dana dejó un rastro de historias humanas que revelan la capacidad de solidaridad, creatividad y resistencia de los habitantes de la ciudad. Artistas, fotógrafos y cronistas locales hallaron en la catástrofe una fuente de inspiración, documentando desde la fuerza de la lluvia hasta los gestos cotidianos de ayuda mutua que surgieron entre vecinos.

Antonio García López, artista afectado de forma directa por la DANA, combina en su obra elementos surrealistas con una mirada comprometida con la memoria de las inundaciones en Valencia. En su último proyecto, busca visibilizar las consecuencias de estas catástrofes para evitar que caigan en el olvido. La serie titulada Personajes de la DANA homenajea tanto a las víctimas como a los voluntarios, incorporando objetos reales de las zonas afectadas que, a modo de exvotos, toman presencia simbólica en obras como Víctimas ayer y hoy , El desaparecido , Los que no se salvaron , Los atrapados , Los voluntarios , L' hero .
Esta muestra comisariada por Carolina Maestro Grau que combina elementos surrealistas con objetos reales recogidos de las zonas afectadas, invita a los visitantes a reflexionar sobre la memoria, la solidaridad y la resiliencia frente a la catástrofe. La cita con el arte y la memoria podrá visitarse del 15 de octubre al 16 de noviembre en Ca Revolta, ofreciendo al público la oportunidad de conectar con una experiencia visual intensa y cargada de significado.

Los Personajes de la DANA , en su materialidad, se integran como si fueran una extensión de la piel de las víctimas, convirtiéndose en un grito silencioso que denuncia la falta de empatía de nuestros dirigentes. Obras como Queridos parásitos o Lo que faltaba recogen la tensión y la indignación vivida en Paiporta con la llegada de las autoridades: gestos vacíos, rituales de presencia que no consolaban ni protegían, mientras la población había sido dejada a su suerte durante los días previos. La serie transforma el dolor y la injusticia en una poética visual que interpela y conmueve, convirtiendo la memoria de la DANA en un canto a la dignidad ya la resistencia.