La Galería Bombon Projects de Barcelona abrió la temporada 2025/26 con una exposición de Eva Fàbregas (1988), ese mismo año y coincidiendo con Arco, pudimos ver su obra y su performance en el Centro Reina Sofía. Considero que ésta es una circunstancia propicia para describir y verificar el interés que existe por parte de una generación de artistas escultoras a la que pertenece la propia Eva Fàbregas, como Teresa Solar o Nahalie Rey entre otras muchas que nos proponen un retorno, una recuperación del poder de la forma.
La desmaterialización propuesta por el arte conceptual hizo de la forma algo prescindible o menor, no era sustancial de la obra de arte. Aunque ésta ha determinado la escultura desde que Aristóteles establecía la relación “hylemorfica” entre materia y forma, desde la estatuaria clásica a los 88 infinitivos formalizadores de Richard Serra, y como vemos hasta la fecha.

Obra de Nathalie Rey.
Estas escultoras han sustituido la utilización convencional de madera, piedra, mármol, hierro o bronce por materiales dúctiles como siliconas, hinchables, foam, látex, muy maleables y adecuados para realizar unas obras en las que predominan formas orgánicas relacionadas tanto con la corporeidad externa como con los órganos internos. La consecuencia es el predominio de formas redondeadas, oblongas, alusivas al cuerpo femenino o también abstracciones zoomórficas u otras relacionadas con la naturaleza.
Se establece una interacción háptica con el espectador, se incita a la tactibilidad a través de la percepción y los sentidos, Natalie Rey, incluso, interactúa con suaves peluches creados por ella y Eva Fàbregas, incluye la voz y el sonido para resaltar la percepción total.
Teresa Solar trabaja con la oquedad, la estructura ósea y las formas blandiformes. A todas ellas tienen en común que sus esculturas tienden a esparcirse, se expanden o contraen en grandes instalaciones que ocupan el espacio adecuándose al sitio.

Obra de Teresa Solar.
Vemos como materia y forma se necesitan mutuamente, se corresponden y la elección de los materiales determina la capacidad de crear, por eso otros artistas de la misma generación, que interpretaremos en otro momento como Laura Fluxà, Estela Rahola o Prosper Riba, han escogido la fragilidad del vidrio como sustancia de su trabajo.
En ambos casos, es un verdadero retorno a la Forma que era olvidada en favor de discursos sociológicos, lingüísticos, archivísticos de gran complejidad teórica y este retorno ha sido para ellas un auténtico descubrimiento.
Una característica del tiempo en que vivimos es que, a fin de la extrema subjetividad propiciada por la posmodernidad, se niegan los vínculos con la historia y se pone como único argumento el de la autoría. Este auge del sujeto por encima de todas las cosas ha tenido una gran repercusión en la interpretación de la historia reciente del arte.
La gran mayoría se han formado en escuelas de bellas artes, pero como ocurre con el estudio de otras disciplinas académicas, los alumnos imponen que se respeten sus opiniones subjetivas por encima de los datos objetivos del conocimiento. Kant no es lo que dice la historia de la filosofía sino lo que a mí me parece que es. No es una exageración y por esa extrema subjetividad no muestran reconocimiento a los antecesores y creen que han nacido sin padres.
Además estas nuevas generaciones de artistas como mujeres de época asocian la gran escultura contemporánea hecha de materiales pesados en el heteropatriarcado y no quieren reconocer deudas con una cultura masculinizada.
Como sabemos no es así y entre los innumerables ejemplos de escultores antecesores de la forma destacaré algunos sobre los que he escrito y que pertenecen a nuestro entorno más cercano: el escultor Gabriel, Tom Carr, Ralph Bernabei, Guillermo Balmes, Bill Thompson, Juan Navarro, o Wilhelm Mundt en todas ellas.

. Obra de Gabriel.
Entre ellos destaco el escultor Gabriel porque ha convertido la noción de Forma y Preforma como base teórica y fundamento de su obra, utilizando materiales como el acero inoxidable, los clavos, el aluminio, el plomo, la madera lacada o el metacrilato y además, ha teorizado a través de su extensa obra escrita proponiendo un nuevo Axi.
Creo que hace falta un acuerdo, una concordancia Intergeneracional, también de género, y por eso quiero recordar algunos lugares de encuentro común, lo haré a través del crítico Juan Eduardo Cirlot quien escribió en 1955 “Morfología y arte contemporáneo”, un libro que me abrió muchas puertas para la comprensión de los premios, sería atendiendo las suyas. Mi admirado Cirlot aborda la relación entre Materia, Forma, a través de numerosos aspectos, pero sobre todos ellos, destacaré el análisis de las estructuras que se encuentran en la naturaleza, incluido el cuerpo humano, la forma como movimiento congelado y la morfología del microscópico y su correspondencia macroscópica. Pero, sobre todo, propone la búsqueda de significados en las formas y lo que a mí me interesa sobre todo, me refiero a la materia como energía concentrada y su relación con la psique humana y la espiritualidad. He aquí el encuentro.