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Exposiciones

Marta Mariño: Recortes de una vida pictórica

Apertura, 2022, sèrie Sinestesia, 26 x165 cm, tècnica mixta, llenç.
Marta Mariño: Recortes de una vida pictórica

Lunes 28 de julio: Una comunicación fallida.

Quedan tres días por volar a Las Palmas de Gran Canaria, pero hace cuatro días que ya he hecho el equipaje. Aún así, me he sentido bastante inquieto por no haber podido obtener la información sobre las exposiciones temporales del Centro Cultural de la Regenta de Las Palmas de Gran Canaria. No ha habido forma de mantener una conversación telefónica clara con su personal y, menos aún, de conseguir el preciado dossier de prensa. Parecía que había detrás de la línea un Poltergeist que pusiera la voz de mi interlocutora. No hay nada que hacer, se requiere una intervención presencial in situ .

Sábado 2 de agosto: primera lectura.

El primer sábado de agosto, con un frío húmedo que combinaba lloviznas y ratos de sol, llegué al Centro Cultural de La Regenta a las 11 de mañana con la guagua número 12. Una vez dentro del centro cultural, conocí en carne y hueso a la citada interlocutora. Se trata de Gina Solano, una paciente y gran profesional que me atendió con mucha amabilidad y me ayudó a decantarme a hacer la reseña de crítica de arte en la muestra antológica titulada Los caminos de la pintura . Un compendio expositivo dedicado a la artista canaria Marta Mariño Casillas (Las Palmas de Gran Canaria, 1954), entre el 11 de julio y el 25 de septiembre de 2025, a cargo de la curadora, docente y escritora Ángeles Alemán.

  • Vespa y membrillo. 2003. Serie Naturam. Óleo sobre lienzo. Tríptico. 116 x 244 cm.

Un óleo sobre lienzo, bastante realista y luminoso, presidía el vestíbulo que da acceso a la gran sala polivalente de la planta baja. Esta naturaleza muerta; Vespa encima de un membrillo (serie Naturam , 2003), está partida por la mitad por un listón de madera, conformando así un tríptico sui generis que ejercía de reclamo visual y, al mismo tiempo, invitaba al espectador/aa adentrarse en una particular historia de la pintura que interpela al público a una lectura y una lectura descubrimiento de las entrañas del arte de Mariño, desde distintos caminos o formas de entender, trabajar y vivir la pintura.

Tras traspasar el umbral del vestíbulo, el público asistente inicia un recorrido catártico a lo largo de todas las salas de las dos plantas que, pese al imponente silencio omnipresente en esta antigua fábrica tabacalera de los años cuarenta (construida por el arquitecto Fernando Delgado), las obras instaladas sin una lógica cronológica autónoma, cuentan historias y, al fin y al cabo, transmiten una inexplicable complicidad de sentimientos reencontrados y recíprocos con el espectador/a. Desde este trasfondo, Alaman en su misión de estudiar y visibilizar a mujeres artistas canarias frente a la vorágine del logo masculino encarnado en la institución del Arte, no ha dudado en mostrar en La Regenta la prolífica trayectoria artística de Marta Mariño que, debido a sus investigaciones personales, le ha llevado a neofiguración e hiperrealismo), a trabajar con diversos soportes (contiene, maderas encontradas, planchas de grabados, palet...) y técnicas artísticas (acrílico sobre lienzo o madera, dibujo perfilado, dibujo sobre papel, grafito, óleo sobre lienzo...), y, al fin y al cabo, materializarlos según las convenciones formales de los géneros artísticos interiores).

Jueves 7 de agosto: segunda lectura.

Gracias a las gestiones de Gina Solano, conseguí contactar con el artista y concertar una entrevista en La Regenta el jueves a 7 de agosto a las cinco y media de la tarde. Aquel hallazgo, revelador y bastante primordial, me permitió sumergirme en las entrañas de su legado plástico que se extiende a lo largo de casi cinco décadas. Desde 1975 hasta la actualidad, la autora se ha distinguido por un trabajo prolífico, cuidadoso y profundamente emotivo, siempre vinculado con la pintura y la cultura canaria, como demuestran las numerosas exposiciones individuales y colectivas desarrolladas, principalmente en territorio insular. La obra de Mariño se sitúa en el seno de una generación de mujeres artistas canarias resilientes, entre las que destacan Sira Ascanio (1947-2017), Pilar Rodiles (1947-2022) y Fabiola Ubani (1956). Todas estas artistas, en palabras de Mariño, son voces imprescindibles que deben preservarse y reivindicarse para evitar que caigan en el olvido.

  • Riesgo. Óleo sobre palet, (serie Límite cercanías), 2000, 58 x 68 cm.

Por lo que respecta al concepto expositivo, la comisaria Ángeles Alemán ha seleccionado obras representativas de diversas series creadas por el artista a lo largo de los años, bajo la pretensión de reescribir el universo creativo de Mariño. Un universo que, gracias a la articulación genuina de ámbitos temáticos -oriente-occidente, mundo de objetos de diseño y cotidianos, paisajes y señas identitarias, y espiritualidad atávica- consigue favorecer una conexión íntima, sensorial y simbólica entre las piezas y el espacio que lo acoge. En la entrevista, el artista reconoce la gran labor de su montaje y admite que temía que la propia estructura industrial de la antigua fábrica de tabaco acabara eclipsando sus obras.

12 de agosto: diálogo y convivencia.

A pesar de la convivencia de obras de series y épocas diferentes, la curadora ha apostado por construir una gramática expositiva basada en recortes temáticos, campos cromáticos, elementos cotidianos e intimistas, ritmos espaciales y, especialmente, sensaciones multisensoriales. Se trata de un lenguaje propio que, a la forma de la técnica de la intarsia, ha hecho que las obras dialogan, participen de un entendimiento poético, y, en definitiva, se encajan desde marcos más respetuosos. Esto explica, que en la planta baja se haya querido conjugar los mundos orientales y occidentales sin ningún tipo de confrontación, ni rastro de sensacionalismo neocolonial. Por el contrario, se ha propuesto establecer un marco de convivencia cordial y respetuosa entre los retratos hiperrealistas de chicas japonesas que responden con los títulos de Mai , Sakura y Yuna (serie Del naciente , 2012), y varias piezas más abstractas de la línea colour field , 9 Par 9 y 9 representadas por las obras Reencuentro en rojo y Reencuentro en amarillo (serie Anastomosis,1993).

En la segunda planta, el recorrido se despliega en una serie de estancias temáticas que reflexionan sobre las señas de identidad de la cultura canaria, a través de la exploración intimista y mágica de la fauna, flora y orografía de su isla. Desde este trasfondo, hay que hacer eco de las obras de la serie Naturam (2003) como Moscas y pimientos , Abeja y uva blanca, así como la pieza Manilla de la serie Plátanos (1999). Además, hay que mencionar aquellos aceites que, de forma simbólica, representan los riesgos de San Nicolás y San Juan con sus casas coloreadas y hacinadas (serie Límites y cercanías , 1999-2000), enmarcando la ciudad de Las Palmas. Otros espacios evocan un naíf paisaje paradisíaco, poblado de un bestiario fantasioso - Apertura de la serie Sinestesia, 2022-, sublimes celajes de la serie nubes (1984) y poéticos horizontes marinos de la serie Maresia (1997). En medio, existe un espacio dedicado a un nostálgico y sofisticado mundo objetual, representado por una vieja cama, perteneciente a la serie Intimista (1989) y unas lámparas de diseño de la serie Síntesis (1986). Por último, la exposición reserva un ámbito relacionado con los miedos ancestrales hacia la muerte y el fin del mundo, inspirado en el Apocalipsis descrito por Juan de Patmos (s. I d. C.). Un universo desesperanzador con pinturas como en el tríptico Relatos del drogo (serie Hespéride), El ojo del caballo , La mirada del cordero (serie Códice , 2007) y el tríptico del Interior de la catedral de Las Palmas (serie La ciudad , 1993).

15 de agosto: asunción del drogo.

Retomando el tríptico de Relatos del drogo , la obra me transportó a la forma de averiguar la edad de los árboles drogo, que un amigo oriundo de Las Palmas me reveló a partir de sus ramificaciones, porque cada floración equivale a diez años de vida. Mariño transforma estas ramificaciones en una suerte de cabezas de hidra verdosas que, más allá de su aspecto fantástico, conectan con la vida y raíces identitarias de la cultura canaria. De hecho, el drogo, ha estado vinculado históricamente a usos tradicionales diversos: medicina natural, objetos domésticos, tambores, tintes y ungüentos, rituales funerarios...

Como clausura de esta reseña, cabe remarcar que las propiedades de este árbol milenario, símbolo de la longevidad y salud, conectan con agrado con el quehacer artístico de la creadora. Su obra hurga las entrañas de la cultura canaria, suscita sentimientos reencontrados y, finalmente, tiende a abrir nuevos atajos a la pintura. Parafraseando a la comisaria, se podría considerar que esta antología sintetiza bien la pasión de Marta Mariño por el arte y la pintura, concebida como una forma de vivir. Al fin y al cabo, todos los caminos pictóricos terminados por el artista, representan múltiples formas de conocer y amar la vida.

Felip González Martínez, crítico de arte y docente del ESDAPC campus Llotja

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