El universo de Maruja Mallo

Maruja Mallo fue una artista radicalmente personal y visionaria, que desdibujó los límites entre la vanguardia y la cultura popular, entre la estética y la política, y que no sólo supo captar las tensiones y aspiraciones de su tiempo, sino que anticipó también cuestiones todavía vigentes hoy.

Ahora, el Centro Botín de Santander acoge a Maruja Mallo: Máscara y compás. Pinturas y dibujos de 1924 a 1982, una exposición coproducida con el Museo Reina Sofía y comisariada por Patricia Molins . La muestra reúne a más de noventa obras —entre pinturas y dibujos— que permiten entender la evolución de Mallo, desde el realismo mágico hasta composiciones llenas de formas geométricas, símbolos y metáforas. Se exhiben piezas procedentes de colecciones de todo el mundo, como el MNCARS , el Centro Pompidou de París , el Art Institute de Chicago , el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo , el MALBA y otros museos argentinos, así como instituciones españolas y colecciones particulares nacionales e internacionales. Un conjunto que permite reconstruir con precisión y amplitud el recorrido artístico de su autora.

Maruja Mallo al seu estudi, Madrid 1936. Col·lecció Archivo Lafuente. MNCARS © Maruja Mallo, VEGAP, Santander, 2024

Maruja Mallo (Viveiro, 1902 – Madrid, 1995) fue una artista con una mirada propia. En plena efervescencia de la Generación del 27, se hizo un sitio entre nombres como Lorca, Dalí o Zambrano, no sólo por su talento, sino por una capacidad singular de hacer de la mujer moderna una figura central en sus obras. Sus figuras, muchas veces disfrazadas, bailaban, trabajaban, miraban oportuna y sarcásticamente el mundo que las rodeaba. La exposición traza un recorrido cronológico que comienza con la formación de Mallo en la Real Academia de San Fernando y avanza a través de series como Las verbenas, sus primeras obras personales, donde escenas populares cargadas de simbología teatral y crítica social participan del debate -clave en la Generación del 27- sobre la relación entre vanguardia, arte popular, regenera. En contraste, la serie Cloacas y campanarios nos adentra en un universo más oscuro, donde la figura humana se convierte en rastro o residuo, pasando la materia y sus texturas al primer plano.

El Mag / Pim Pam Pum, Maruja Mallo (1926). The Art Institute of Chicago, The Lacy Armour Endowment Fund, 2023.3080 © Maruja Mallo, VEGAP, Santander, 2024.

Tras el inicio de la Guerra Civil, Maruja Mallo se exilió en América Latina, donde su obra tomó una nueva dirección. En sus viajes por Argentina, Brasil o Uruguay, absorbió paisajes, ritos y cromatismos que se tradujeron en composiciones llenas de vitalidad y sincretismo cultural. En este período, comienza también a experimentar con ideas vinculadas a la ciencia y al concepto de espacio-tiempo, inspirándose en la física contemporánea para expandir su pintura hacia otra dimensión. En esta búsqueda aparecen cabezas, mascarillas y acróbatas como formas simbólicas e idealizadas que reflejan su visión del arte como versión depurada de la realidad, con una mirada proyectada hacia el futuro. Sus Máscaras llevan la impronta de los estudios freudianos que Mallo inició durante aquellos años.

Màscares, Maruja Mallo (1949-1950). Col·lecció particular © Maruja Mallo, VEGAP, Santander, 2024

Hacia el final del recorrido expositivo, aparecen las series más cósmicas de Mallo, donde las figuras ya no habitan espacios reconocibles, sino que flotan, evolucionan y se transforman en escenarios siderales. Mallo consideraba que sus viajes -reales o imaginarios- atravesando los Andes o el Pacífico habían sido experiencias levitatorias, de enlace con dimensiones supra humanas. Esta fascinación por la ciencia y el universo, que según ella la llevó de la geografía a la cosmografía al llegar a América, se traduce en composiciones con formas que dejan atrás el círculo para adoptar geometrías serpenteantes y complejas. En estas obras, la pintora se mueve entre el simbolismo, el interés científico y una imaginación que anticipa reflexiones y discursos que no tomarían fuerza hasta muchos años después.

La exposición termina con una selección de obras de los últimos años de Maruja Mallo, acompañadas de materiales gráficos, fotografías y vídeos que no sólo profundizan en su obra, sino también en su figura pública, su presencia mediática y su legado. En el marco del compromiso del Centro Botín por ofrecer nuevas miradas sobre los grandes nombres del siglo XX, se incluyen también documentos y materiales procedentes del Archivo Lafuente, que permiten acercarse al proceso creativo del artista y entender mejor cómo fue recibida su obra en su día. Esta muestra no sólo traza con rigor la trayectoria de una creadora fundamental, sino que ofrece una mirada crítica y reveladora sobre el siglo XX a través de sus ojos.

Naturalesa Viva XII, Maruja Mallo (1943). Col·lecció d’Arte Fundación María José Jove © Maruja Mallo, VEGAP, Santander, 2024.