El museo ha dejado de ser un espacio pasivo dedicado únicamente a la conservación de objetos para convertirse en un agente activo en la construcción y revisión de narrativas culturales. del proyecto Museo Habitat. La muestra propone una lectura crítica del museo como institución que ha vehiculado discursos de poder, construido relatos hegemónicos y silenciado otras formas de conocimiento.
En Cataluña, este tipo de museo tomó forma en un contexto marcado por la industrialización y por el deseo de una burguesía emergente de legitimarse culturalmente. En este marco, el paisaje, junto con el retrato y la pintura de historia, se convirtió en una categoría privilegiada. espacio conquistado, explotado o domesticado.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 5 de octubre, no pretende ser una mera sucesión de obras, sino que quiere repensar el papel del museo en una sociedad en constante cambio que reclama revisar cómo se cuenta la historia, quién lo hace y desde dónde. representación?¿Cómo avanzar hacia formas de reparación simbólica y política? Estas preguntas atraviesan el relato expositivo y abren la puerta a imaginar nuevas formas de fabular: rechazando la distribución colonial del mundo, reivindicando identidades y movilidades transnacionales, y cuestionando activamente las estructuras de poder que habitan dentro del museo.
El recorrido se despliega en dos espacios diferenciados: en el Palau Victoria Eugenia, las piezas invitan a reflexionar sobre las grandes exposiciones internacionales y la forma en que han ordenado el conocimiento, así como sobre temas de paisaje, desplazamiento e identidad. En el Palau Moja, en cambio, la mirada se centra en las ideas de monumento, espacio público y memoria.
La muestra se ha gestado a partir de un proceso de debate y construcción compartida iniciado en noviembre de 2024 durante las jornadas Museu Habitat.
Entre los artistas que participan se encuentran nombres como la Asociación de Mujeres Adrianas del Barrio de La Mina, Efrén Álvarez, Paula Artés, Ariella Aïsha Azoulay, Sammy Baloji, David Bestué, Ahmed y Touda Bouanani, Claudia Claremi, Domènec, Lucía Egaña, El Palé Ribalta, Eulalia Rovira, Adrian Schindler, Ceija Stojka y Oriol Vilanova, entre otros muchos, demostrando una clara apuesta por la pluralidad de miradas y procedencias.
En definitiva, se trata de adentrarse en un espacio que quiere hacer pensar, que pone en diálogo obras, contextos y relatos, donde el museo deja de ser un lugar de verdades incuestionables para convertirse en un terreno de disputa donde las fricciones se hacen visibles y el relato se desmonta para volver a construirse colectivamente “La exposición es como abren caminos y espacios inesperados”.