Con una mirada abierta al Mediterráneo y sus múltiples capas culturales, el Festival Portalblau vuelve este verano con una propuesta que combina música, artes escénicas, reflexión crítica y patrimonio. A caballo entre L'Escala y Empúries, el festival se ha ido ganando un sitio en el calendario estival gracias a una programación viva y cercana. Este año, el festival presenta la figura de Tetis, diosa marina a menudo olvidada en los relatos clásicos, como imagen simbólica. Esta representación quiere reivindicar una fuerza femenina sumergida y, a su vez, establecer un vínculo poético con el mar como espacio de origen, memoria y posibilidad.
Del 14 de junio al 10 de agosto, los escenarios emblemáticos del litoral ampurdanés acogerán una programación que va de la música de raíz a la electrónica, pasando por el flamenco, el rock alternativo, la canción y la danza. El pistoletazo de salida será con una conversación entre Josep Ramoneda y Carles Duarte , en el Alfolí de la Sal, sobre cultura y democracia en tiempos convulsos. El 4 y 5 de julio, el Campo de los Aromas recibirá La Filadora e Ikram , dos propuestas que combinan tradición y mirada actual. Seguirá Mar Pujol en el Alfolí de la Sal, con su disco debut, y la energía participativa de la pieza de danza Jarana de la Cía Laia Santanach en la Riba.
Nora Baylach
El festival también abrirá espacios para el pensamiento crítico, como la charla con Laura Fa y Lorena Vázquez , que hablarán sobre medios e igualdad. Nora Baylach llevará su espectáculo 5:55 a la Muralla Griega, mientras que el Ethno Orchestra y Alondra coincidirán la noche del 25 de julio con conciertos muy diferentes pero igualmente conectados con la música como lenguaje global. Al día siguiente, Anna Colom presentará Cayana, donde el flamenco se encuentra con ritmos afro latinoamericanos.
A partir del 31 de julio, el festival pondrá rumbo al Mar de Manassa con los conciertos de Blaumut , Ramon Mirabet , La Ludwig Band y Las Migas . Después, la Compañía de Circo “eia” ofrecerá La piedra de madera en la Muralla Griega, y Míriam Iscla realizará una lectura dramatizada a partir de los textos de Simone Weil. Los últimos días estarán en el Fòrum Romà, con Cala Vento , Pau Vallvé y Valeria Castro , que pondrá punto final al festival con su nuevo trabajo discográfico. Aparte de la música y las artes escénicas, el Portalblau de este año incluirá la exposición fotográfica del concurso MedFoto , que invita a pensar sobre la relación entre las personas y el mar.
La Piedra de Madera, Companyia de Circ "eia" © Natacha Elmir
Por lo que respecta a los espacios que acogen el festival, son parte esencial de la experiencia. El Alfolí de la Sal , la Riba , el Campo de los Aromas , el Jardín Clos del Pastor , el Foro Romano de Empúries , la Muralla Griega de Empúries y el Mar de Manassa son lugares con peso histórico y simbólico, que se convertirán en escenarios vivos. El hecho de programar en estos espacios no es sólo una apuesta estética; es una forma de poner en valor el patrimonio y de establecer vínculos entre el pasado y el presente.
Otro de los puntos fuertes del proyecto es el compromiso social. El festival lleva trabajando desde hace tiempo para minimizar su impacto ambiental, promover la igualdad y ofrecer espacios para la nueva creación. En esta línea, el 7 de junio se celebrará la cuarta edición del curso de formación para jóvenes interesados en la gestión cultural . Esa misma jornada, la Plaza Víctor Català acogerá la final del Concurso Escenario Portalblau , una cita que da voz a las propuestas emergentes del territorio.
Mar d'en Manassa
Portalblau también impulsa la ocupación juvenil y la formación en gestión cultural. Desde 2020, el festival ha creado más de 105 contrataciones a través de su Bolsa de trabajo, facilitando la entrada en el mundo laboral de muchos jóvenes. Además mantiene una estrecha colaboración con universidades, como la Universidad de Girona, para ofrecer prácticas profesionales y contrataciones, reforzando así su compromiso con la formación y la inserción laboral.
El vínculo con la transformación social se concreta también en las colaboraciones solidarias que Portalblau mantiene año tras año. Este año, el festival vuelve a apoyar a la Asociación ECCIT, que trabaja en proyectos de educación y cooperación en Xauen, en Marruecos. Esta colaboración quiere favorecer el intercambio cultural y la acogida de personas migrantes, consolidando una línea de trabajo que ha permitido, a lo largo de sus últimas ediciones, colaborar con más de una decena de entidades sociales. Más que una ayuda puntual, ese compromiso forma parte del relato del festival, que entiende la cultura como un agente activo de cohesión y cambio.
Ethno Orchestra
Uno de los valores centrales de Portalblau es la voluntad de impulsar una cultura más justa y representativa. La programación mantiene la paridad de género como criterio irrenunciable, no sólo en lo que se refiere a la presencia de artistas, sino también en la diversidad de estilos, procedencias y voces. Esta apuesta por el equilibrio se complementa con una herramienta concreta: la nueva Guía de Buenas Prácticas en Perspectiva de Género , elaborada por el festival con el objetivo de garantizar que la igualdad esté presente en todas las etapas de la organización, desde la programación hasta la comunicación y la logística interna.
La reflexión no termina aquí. El festival sigue apostando por generar espacios de debate crítico a través del ciclo Mirades Blaves , una serie de conversaciones que giran en torno al feminismo, la memoria y la convivencia intercultural. Estos encuentros permiten pensar la cultura desde múltiples ángulos y mantener abierta la pregunta sobre el papel que puede jugar en la sociedad contemporánea.