Exposiciones
Torres García y el orden universal llegan a la Galería Leandro Navarro
La muestra 'Joaquín Torres García: otro orden' permanecerá abierta al público en Madrid hasta el 31 de octubre.
La Galería de Arte Leandro Navarro se suma a la programación de Madrid Gallery Weekend 2025 con una propuesta dedicada a uno de los grandes nombres del arte moderno: Joaquín Torres García. Bajo el título Joaquín Torres García: otro orden, la muestra reúne más de treinta piezas que ofrecen un recorrido amplio y revelador por la producción del artista uruguayo. El visitante podrá descubrir desde dibujos y pinturas hasta los célebres juguetes de madera que el creador concibió como parte de su particular universo estético y pedagógico.
Joaquín Torres García, Ice Cream, 1948.
La exposición pone de relieve la versatilidad de Torres García y su empeño por construir un lenguaje propio, en diálogo con las vanguardias internacionales, pero profundamente enraizado en su visión del mundo y en su búsqueda de un “orden constructivo”. En este sentido, la propuesta de Leandro Navarro no solo permite apreciar la riqueza formal de su obra, sino también acercarse a la dimensión conceptual y simbólica que atraviesa toda su trayectoria.
La obra de Joaquín Torres García se reconoce por su capacidad para tender puentes entre tradición y modernidad, entre lo local y lo universal. El artista uruguayo desarrolló un estilo propio al que denominó Constructivismo Universal, un lenguaje visual basado en la geometría y el orden, pero enriquecido con símbolos que remiten a lo espiritual, lo arcaico y lo atemporal. Sus composiciones suelen organizarse en retículas claras, donde conviven líneas rectas, planos de color y una iconografía personalísima que funciona como un auténtico alfabeto pictórico. En ellas aparecen con frecuencia soles, barcos, peces, relojes, casas o figuras humanas esquemáticas, elementos que trascienden lo anecdótico para expresar ideas universales.
Joaquín Torres García, 1928.
Su obra no se limitó a la pintura: Torres García exploró también el dibujo, la escultura, el muralismo y la creación de juguetes de madera, convencido de que el arte debía tener una dimensión pedagógica y transformadora. Estos objetos, concebidos con formas simples y armónicas, reflejan su interés por el aprendizaje a través del juego y por la transmisión de valores estéticos y éticos. En este sentido, su producción encarna un proyecto intelectual que une la racionalidad constructivista con la fuerza de lo simbólico y lo espiritual.
Se presenta en la galería de arte Leandro Navarro un destacado autorretrato realizado hacia 1902, acompañado por una selección de pinturas que abarcan desde su etapa novecentista en Barcelona hasta su producción más vanguardista en la década de 1930. La muestra incorpora, además, un conjunto de dibujos de inspiración constructivista y una colección de juguetes de madera.
Cada pieza de Torres García constituye un espacio donde la modernidad dialoga con la tradición, donde lo geométrico se abre a lo humano, y donde el arte se convierte en un medio para comprender y ordenar el mundo desde una perspectiva universal.
“Torres García es un clásico solo si entendemos su clasicismo como un sistema basado en una forma ideal e intemporal de estructura —en lugar de como un estilo asociado a un momento histórico, la antigüedad greco-romana, codificado por las academias—. Su idea de lo clásico es, pues, la de un orden superior perfectamente extrapolable a cualquier lugar y circunstancia: más allá del ideal mediterraneista, la estructura formal con la que él identifica lo clásico puede aplicarse, y de hecho se aplica, a otros contextos: se hace visible en el urbanismo de la Barcelona de comienzos de siglo y en el Nueva York posterior, pero también en la equilibrada armonía de las formas prehispánicas americanas. Todos esos contextos son, a su vez, compatibles entre ellos, como muestran algunas de las piezas de esta exposición. El suyo es un orden abstracto en el sentido literal de la palabra, un orden trascendente e intemporal. Es un orden metafísico.” Fragmento de texto de María Dolores Jiménez-Blanco en el catálogo de la exposición
