Exposiciones
Robert Rauschenberg: el arte donde la vida entra en juego
El uso de las imágenes del artista icónico de Texas en la Fundación Juan March a finales de año.
Robert Rauschenberg: El uso de las imágenes será una de las grandes citas del calendario expositivo en Madrid. La Fundación Juan March acogerá esta muestra entre el 3 de octubre y el 18 de enero, con un recorrido que destaca los momentos clave de la trayectoria del artista a través de su particular manera de trabajar con la imagen. La exposición se abre con las fotografías realizadas en los años cincuenta durante su estancia en el Black Mountain College, y concluye con la serie Ruminations (1999), un conjunto de obras de carácter autobiográfico que cierra el itinerario con un tono íntimo y reflexivo.
Robert Rauschenberg (1925–2008) ocupa un lugar central en la historia del arte del siglo XX como el puente que unió el expresionismo abstracto con el arte pop y abrió camino a buena parte del arte contemporáneo. Su obra, marcada por la experimentación y la irreverencia, se caracterizó por la voluntad de borrar fronteras: entre disciplinas, entre lo artístico y lo cotidiano, entre lo sublime y lo trivial.
Colección Thaddeus Ropac, París, Salzburgo © 2025 Robert Rauschenberg Foundation/Licenciado por VAGA en Artists Rights Society (ARS), Nueva York/VEGAP, Madrid.
Su diálogo con la cultura de masas también resultó decisivo. Al incorporar imágenes de la prensa, de la publicidad o de la iconografía política y deportiva, Rauschenberg anticipó el Pop Art, aunque con un enfoque menos comercial y más experimental que el de artistas como Andy Warhol. Su objetivo no era tanto glorificar los símbolos de consumo como integrarlos en una red visual que cuestionara la manera en que esos signos circulan en la vida diaria.
En definitiva, Rauschenberg construyó un arte fragmentario, vibrante y abierto, que renuncia a la idea de la obra como expresión heroica de un individuo y la concibe como un espacio donde los objetos, las imágenes y las experiencias de la vida cotidiana entran en juego. Su legado sigue vivo en la noción de que el arte no está separado del mundo, sino incrustado en él, en toda su diversidad y su desorden.
Robert Rauschenberg trabajando en su estudio de Lafayette Street, Nueva York. Foto: Shunk-Kender. Getty Research Institute, Los Ángeles. Donación de la Roy Lichtenstein Foundation en memoria de Harry Shunk y János Kender © J. Paul Getty Trust.
En la Fundación Juan March se rememora también la primera exposición individual de Rauschenberg de febrero de 1985. Cuarenta años después, y coincidiendo con el centenario de su nacimiento, la Fundación Juan March presenta una nueva muestra que, con el apoyo de la Robert Rauschenberg Foundation, propone una relectura integral de su trabajo: entender la obra del artista como una práctica profundamente ligada a la fotografía.
Entre sus aportaciones más decisivas destacan los célebres Combines, obras en las que Rauschenberg fusionó pintura y escultura en superficies híbridas. En ellas, los materiales tradicionales dialogan con objetos cotidianos y hallazgos inesperados —periódicos, carteles publicitarios, muebles, neumáticos o incluso animales disecados— para dar forma a un nuevo lenguaje visual. A través del collage y el ensamblaje, el artista consiguió reflejar la energía y la complejidad caótica del mundo contemporáneo.
Robert Rauschenberg, Almanac, 1962. Tate, Londres. Donado por Friends of the Tate Gallery (1969) © 2025 Robert Rauschenberg Foundation/Licenciado por VAGA en Artists Rights Society (ARS), Nueva York/VEGAP, Madrid.
Rauschenberg se inició en la fotografía durante sus años en el Black Mountain College, donde recibió la influencia de Hazel Larsen y Aaron Siskind. En la década de 1950 incorporó recortes de prensa a sus célebres Combines, explorando el collage como vía de experimentación. Más tarde, a partir de 1962, recurrió a la serigrafía para transferir imágenes directamente sobre el lienzo en sus Silkscreen Paintings, consolidando así uno de los capítulos más emblemáticos de su producción.
