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Exposiciones

Montserrat, madre y tierra: mil años de devoción y memoria coleccionada

El Museu Frederic Marès celebra el milenario del monasterio con una exposición que explora la iconografía, la cultura material y la pervivencia espiritual montserratina.

Antonio Arias Fernández, Mare de Déu de Montserrat, Ermita de Nuestra Señora de Montserrat,
Lucena (Còrdova), 1643, Museu Frederic Marès. © Foto: ArtWorkPhoto.eu.
Montserrat, madre y tierra: mil años de devoción y memoria coleccionada
bonart barcelona - 01/12/25

La Virgen de Montserrat, el monasterio y la misma montaña se convierten en el hilo conductor de la exposición “Montserrat, madre y tierra” que presenta el Museo Frederic Marès y está comisariada por Sílvia Canalda. La propuesta pretende profundizar en el fenómeno del coleccionismo vinculado a los objetos de devoción, en el marco de la conmemoración del milenario del monasterio.

La exposición reúne una cuidadosa selección de piezas relacionadas con Montserrat procedentes del fondo coleccionado por Frederic Marès y se enriquece con obras cedidas por otros museos y colecciones privadas, ofreciendo así una mirada ampliada y singular sobre la pervivencia cultural y espiritual montserratina.

  • Autoría desconocida, Traslación y veneración angélica de la Virgen de Montserrat, siglo XVIII. Colección particular, Sabadell. © Foto: Pep Herrero.

En 2025 conmemoramos el milenario de la fundación del monasterio de Montserrat por parte de Oliba, abad de Ripoll y de Cuixà y obispo de Vic. La historia nos indica que ya hacia el año 880, en la montaña de Montserrat, existía una pequeña ermita dedicada a la Virgen. Sin embargo, no fue hasta unas décadas más tarde, en 1025, cuando un grupo de monjes procedentes de Ripoll, enviados por su abad, construyeron un cenobio benedictino junto a esa ermita. Nacía así el monasterio de Montserrat, un espacio que desde sus orígenes ha estado marcado por una doble dimensión: la comunidad monástica benedictina y el santuario marian. Esta doble vertiente ha convertido a Montserrat en un lugar de oración, de vida evangélica, de peregrinación y de esperanza, un referente espiritual y cultural a lo largo de mil años de historia.

Visible del 29 de noviembre de 2025 al 24 de mayo de 2026, en la sala 28 de la primera planta, la exposición invita al visitante a adentrarse en el mundo del coleccionismo devocional a través de la presencia —siempre viva— de la Virgen María, del monasterio y de la montaña de Montserrat. En sintonía con la celebración del milenario del cenobio, la muestra se convierte en un homenaje a la memoria acumulada a lo largo de los siglos.

  • Retrato de Na Sa de Montserrat, 1599, Museo de Montserrat. Abadía de Montserrat. © Foto: Dani Rovira.

Convergen una cuarentena de piezas procedentes, en su mayor parte, del fondo del Museo Frederic Marès, acompañadas por trece obras más que llegan de otras instituciones y colecciones privadas. Todas juntas forman un paisaje de objetos que dialogan entre ellos y con el visitante, evocando las huellas espirituales y culturales que Montserrat ha dejado en generaciones de devotos y viajeros.

Evolución iconográfica de la Virgen de Montserrat, la devoción popular generada a su alrededor y su difusión a través del mundo de la estampa

Los ámbitos de la exposición se articulan en diversas secciones que revelan la riqueza y complejidad de la devoción montserratina y su proyección cultural.

A la moda se adentra en la evolución iconográfica de la Virgen de Montserrat, desde las primeras representaciones hasta la recuperación de la talla románica en 1939. El recorrido muestra cómo medallas, estampas y otros soportes fijaron su imagen y el título de “emperatriz morena”.

Creer y pertenecer explora los relatos visuales y legendarios que rodean a Montserrat, así como la expansión de su culto en época moderna. También destaca la consolidación, en el siglo XIX, de la montaña y su imagen como referente identitario y fuente de inspiración para artistas y coleccionistas.

Testimonios materiales, a medida de todo el mundo presenta objetos de la peregrinación y de la devoción, desde los exvotos medievales hasta el merchandising popular del siglo XIX, mostrando cómo esta cultura material ha nutrido colecciones especializadas. En este momento de la exposición encontramos la pieza de Francesc Grau Torres o el panel de Gaspar Homar y Josep Pey.

  • Francesc Grau Torres, Virgen de Montserrat, Convento de Nuestra Señora de la Merced, Valencia, 1678 - 1693 © Museo de Bellas Artes de Valencia.

Familia y tierra, instalado en la Sala de Montserrat, reúne piezas de gran singularidad y culmina con la pintura de Antonio Arias Fernández (1643), icónica imagen de la “emperatriz morena”. El ámbito subraya los vínculos entre colección, memoria familiar y territorio.

Por último, Tradición y creación: la naturaleza sacralizada establece un puente entre tradición y mirada contemporánea, destacando cómo la montaña y su espiritualidad siguen inspirando el arte actual, ejemplificado con la obra Este fuego de Perejaume.

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