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El arte centroamericano brilla y Patricia Belli recibe el Premio Velázquez 2025
El jurado destacó “el impacto de su obra en América Latina, especialmente en Centroamérica, así como su compromiso con la educación en contextos de fragilidad”.
La destacada artista Patricia Belli (Nicaragua, 1964) ha sido galardonada con el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2025, uno de los reconocimientos más prestigiosos en el ámbito de las artes visuales en España y Latinoamérica. La distinción, anunciada por el jurado reunido este miércoles, está dotada con 100.000 euros y reconoce la trayectoria y contribución significativa de Belli al mundo del arte contemporáneo.
A lo largo de su carrera, Patricia Belli se ha destacado por su capacidad de fusionar distintas disciplinas y lenguajes artísticos, consolidándose como una figura clave dentro de la escena cultural actual. Con este galardón, se pone en valor no solo su producción artística, sino también su influencia en la renovación y proyección internacional del arte plástico.
Su obra abarca esculturas, instalaciones, ensamblajes, objetos y trabajos con telas u otros materiales, tanto manufacturados como naturales. Su producción se caracteriza por explorar la fragilidad humana, la vulnerabilidad y el cuerpo como territorio simbólico. A través de la materialidad—telas, objetos encontrados, alambres, madera, entre otros—Belli genera reflexiones profundas sobre la memoria, el cuerpo y los sistemas de poder. Su trabajo se sitúa en el marco del arte contemporáneo centroamericano, visibilizando cuestiones de género, identidad e historia regional, consolidándose como una voz esencial en la escena artística de la región.
Belli es reconocida como una de las precursoras del arte contemporáneo en Nicaragua. Su obra trasciende fronteras y tiene una gran relevancia en América Latina, al articular de manera singular lo personal, lo histórico, lo social y lo material en una narrativa artística que desafía las estructuras tradicionales del arte.
La nicaragüense ha participado en exposiciones de gran relevancia para la visibilización del arte centroamericano, como Mesótica II (1996-1997), Políticas de la diferencia (2001-2002) y Estrecho dudoso (2006). Además, ha sido invitada a numerosas bienales internacionales, entre ellas la Bienal de La Habana (1989 y 2000), la Bienal Centroamérica y el Caribe (Domingo Santo, 1994 y 2001), así como las bienales de Lima (1997), Cuenca(2011), Irlanda (2018), Berlín (2018), FEMSA, México (2020-2021) y la 58ª Carnegie International (2022). Su obra también ha estado presente en distintas ediciones de la Bienal Nicaragüense y la Bienal Centroamericana.
Entre 2016 y 2017, una exposición antológica de su trabajo recorrió San José, Managua y Ciudad de Guatemala, consolidando su legado en la región. Sobre su práctica artística, Belli afirma: “Creo que la realidad simbólica es fundamental para aprender a vivir y convivir. Indudablemente. El arte es parte de esa realidad simbólica.”
