Palencia vs Serzo: Preludio para una III Escuela de Vallecas es una propuesta artística que se erige en una suerte de refundación simbólica y, al mismo tiempo, como un puente de diálogo intergeneracional con uno de los movimientos más singulares y poéticos del arte español del siglo XX: la mítica Escuela de Vallecas. Una exposición temporal en la Galería Marc Domènech que podrá verse hasta el 31 de octubre.
Esta iniciativa no se limita a una mera revisión histórica, sino que busca reactivar el espíritu experimental, colectivo y telúrico que caracterizó a ese grupo de artistas —entre los que destacan Benjamín Palencia y Alberto Sánchez—, quienes encontraron en el paisaje de Castilla un espacio de investigación estética y espiritual.

Benjamín Palencia, Carro y mulas, 1940.
En este “preludio” contemporáneo, el diálogo entre Palencia y Serzo se convierte en una exploración sobre la vigencia de ese espíritu: la conexión entre arte y territorio, entre materia y mito, entre memoria y futuro. El proyecto propone así una nueva lectura de la Escuela de Vallecas, no como un episodio encerrado en la historia, sino como una fuente viva de pensamiento artístico y de resistencia poética frente a la uniformidad del presente.
Esta muestra se inscribe dentro del Programa General del Barcelona Gallery Weekend 2025 y se complementa con la exposición Alrededor de la Escuela de Vallecas, incluida en el Programa FLASH, que podrá visitarse exclusivamente del 18 al 21 de septiembre. Este proyecto reúne una selección de obras representativas de artistas como José Gutiérrez Solana, Francisco Bores, Julio González, Joaquín Torres-García y Alberto Sánchez, entre otros, y se enriquece con una cuidada presentación de materiales de época —revistas, documentos y otros testimonios visuales— que permiten comprender más profundamente el entorno Vallecas.

José Luis Serzo, Accionista vallecano, 2024.
La muestra, concebida como un diálogo íntimo y poético entre las obras, los paisajes y las inquietudes de Benjamín Palencia (Barrax, Albacete, 1894 – Madrid, 1980) y José Luis Serzo (Albacete, 1977), se presenta como un retorno meditativo a la influencia discreta pero sobresistente que trayectoria. En este encuentro simbólico, el artista actual evoca la presencia de Palencia como una sombra tutelar, una voz antigua que sigue resonando en su propia búsqueda creadora. Tal como él mismo señala, “la idea de refundar la Escuela de Vallecas me acompaña desde hace tiempo”, y es desde esa fascinación que sus obras se convierten en un espacio de especulación e intuición, una especie de escenario abierto donde se despliegan acciones multidisciplinares inspiradas en Palencia y el espíritu aventurero.
Integrada por dibujos, pinturas, esculturas, algunas fotografías y una pieza audiovisual, la muestra invita al espectador a emprender un viaje multidisciplinar a través de las conexiones y fricciones entre el pasado y el presente. Alejándose de cualquier rastro de costumbrismo o nostalgia paisajística, se plantea una relectura poética de la raíz como camino hacia lo universal, transformando el territorio en un espacio simbólico desde donde repensar el papel del arte, la periferia y la identidad en esta era de hiperconexión y disolución cultural.