Los esposos Germán López y Marián Sanz, extremeño él, aragonesa ella, afincados en Barcelona, aglutinaron una importante colección de arte de los ochenta, la generación con la que vitalmente se identificaban. En 2012 inauguran un espacio expositivo en un caserón de 1862 en Queretes (Cretas) comarca del Matarraña, donde estaban vinculados familiarmente y en 2018 se constituyen como fundación. En 2023 ultiman la donación de la colección a la “Diputación de Teruel” de modo que la colección, manteniendo su localización en Queretes, se convierte en una subsede del “Museo de Teruel”.
La suya es una colección construida con pasión y obsesiva dedicación. Ellos representan un modelo de coleccionismo que no se hace a golpe de talonario, sino con entusiasmo y como forma de vida y que, además, acaba generosamente compartiéndose con la sociedad. Más de 120 piezas entre escultura, pintura y fotografía de casi un centenar de creadores, entre otros, Manolo Quejido, Chema Cobo, Guillermo Pérez Villalta, Sergi Aguilar, Susana Solano, José María Sicilia y un largo etcétera.
Su labor como coleccionistas ha sido reconocida con distintos galardones. En 2021 la asociación Galerías de Arte de Cataluña les otorga el “Premio al coleccionismo”. Y en 2022 la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte les concede el “Premio a un destacado espacio expositivo sobre arte contemporáneo”.
Paralelamente a la exhibición permanente de la colección, la Fundació empezó a presentar exposiciones individuales en Queretes. Se inició en 2015 con Idoia Montón y siguió con Sabine Finkenauer, Miguel Trillo, Gemma Sense (homenaje), Leticia Feduchi, Miguel Rasero, Charo Pradas, Chancho... En una línea de continuidad, se amplían las actividades de mediación y el pasado 6 y 7 de septiembre se organizó la “I Jornada de Germán López y Marián Sanz”, comisariada por Rosa Gutiérrez Herranz. Quizás este es el síntoma de la intención de transformar Queretes en un centro de interpretación de la cultura de los ochenta.
Entre otras actividades, el punto fuerte de las jornadas fueron las intervenciones de Juan Manuel Bonet (ex director del IVAM y del MCARS), Miguel Fernández-Cid (ex director del CGAC y actual director del MARCO de Vigo), María Escribano (comisaria de la exposición "Los Esquizos de Madrid", que abordaba la "Nueva figuración madrileña”), Miguel Marcos (galerista y promotor de la pintura de los 80) y Sergi Aguilar (ex director de la Fundació Suñol y escultor). Todos ellos fueron relevantes protagonistas de la cultura de esos años, ya sea desde la crítica de arte, la creación, el galerismo o la gestión cultural. Entre el público -en el que había una nutrida representación de estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona- se encontraban también otros protagonistas de los 80: la historiadora y crítica del arte Victoria Combalia o Mercedes Buades, de la mítica Galería Buades.
Los ochenta, tan lejos, pero a la vez tan cerca, es un momento cultural clave sobre el que debe volverse. Es el período en el que se consolida la democracia y se promueve una nueva imagen cultural de España, el tiempo que se articula el “sistema de arte español” y se introducen las políticas de mecenazgo de la administración, antes completamente ausentes. El tiempo, también, en el que se funda el MCARS y comienzan a surgir los diferentes centros autonómicos y emerge una nueva generación de artistas. Todo esto merece reflexión, de ahí que esta iniciativa resulte oportuna y necesaria, máxime cuando se lleva a cabo desde una ubicación periférica y descentralizada.