Íñigo Navarro: “Es un momento clave para el galerismo, ya que se tienen que designar los tipos de IVA reducidos”

Ubicada en pleno corazón de Madrid, la Galería Leandro Navarro abrió sus puertas en 1978 y, desde 1983, ocupa un elegante edificio del siglo XVIII en la calle Amor de Dios, número 1. Con una sólida trayectoria centrada en la Vanguardia Histórica y el Arte Moderno, la galería destaca por una cuidada programación anual de exposiciones y su presencia en ferias de arte de primer nivel como ARCO. Actualmente, la dirección está en manos de Íñigo Navarro, hijo del fundador, quien se sumó al proyecto familiar en 1987 y ha continuado consolidando su prestigio en el panorama artístico nacional e internacional.

Ricard Planas Camps. ¿Cuáles son los principales factores que influyen actualmente en el panorama del galerismo en España, y qué aspecto destacarías como el más significativo en este momento?

Íñigo Navarro. El sector del galerismo en España goza de buena salud. Hay un cambio generacional; ha habido una serie de galerías que por edad han cerrado, pero verdaderamente es importante la cantidad de galerías que se están abriendo paralelamente. Incluso hay zonas enteras que se están nutriendo de un galerismo en áreas donde antes era impensable que hubiese, como el caso de Carabanchel de Madrid, donde se está formando un barrio de galerismo emergente verdaderamente muy prometedor y con propuestas muy significativas.

RPC ¿Hay alguna diferencia con el galerismo internacional?

LN A diferencia del mundo internacional, en España se mantiene el galerismo del profesional, vocacional, pequeñas empresas, pequeños negocios que montan sus galerías con el fin de aportar una mirada diferente o una trayectoria distinta. En otros países emerge un mundo de macroempresas tremendas con unos capitales extraordinarios, posiblemente de fondos de inversión.

RPC ¿Ahora surgen galerías con un perfil diferente?

IN Desde hace un tiempo se ha perdido ese toque personal que tienen las galerías que están basadas en profesionales vocacionales y se confirman grandes negocios, grandes empresas con capitales inmensos que van captando a los artistas más punteros en pro de una promoción absolutamente global para este mundo global, con exposiciones por el mundo. Aquí en España ese factor está llegando lentamente, aunque hay algún caso ya de alguna megaempresas que se están asentando, pero va más lento y se mantiene un galerismo vocacional, que es en el que yo creo y la Galería Leandro Navarro.

RPC El tema del IVA es una cuestión que se ha reiterado en el tiempo. Se considera que no somos lo bastante competitivos porque se ve el arte y la cultura como un bien de lujo. ¿Es así?

IN Es un momento clave e importante porque, antes de final de año, hay una directiva europea en la que se tienen que designar cuáles van a ser los tipos de IVA reducidos, y ahí es donde se trabaja por todos los medios para que el arte lo consideren dentro de los segmentos de IVA reducidos, y si verdaderamente no se consigue eso, vamos a quedar en una situación muy complicada comparando con mercados como el francés, con un 5,5%, el alemán, con un 7%, el inglés, con un 5%.

Si eso no se formaliza y si se mantuviera un IVA del 21%, tendríamos verdaderas dificultades para competir con un mercado internacional. Es un momento fundamental en el que hay que denunciar la urgencia y la absoluta necesidad de un cambio.

RPC Se hizo una acción de denuncia en Arco este año donde las galerías españolas cerraron las luces y fue un sentimiento de grupo para poder presionar mejor. ¿Ha faltado un poco más de cohesión en aspectos claves en el sector?

IN Las galerías españolas estamos continuamente provocando reuniones con los ministerios, tanto de Cultura como de Hacienda, para sensibilizarlos y hacerles ver que esto necesita apoyo y que no podemos quedarnos descolgados de todo un mercado europeo que se está organizando hacia un tipo de IVA mucho más reducido y flexible.

Ahora depende de nuestros políticos si son capaces de entender que el arte y la cultura de este país atraen, entre otras cosas, a 100 millones de turistas que no solo vienen a las playas, sino que indudablemente vienen a ver un país con un patrimonio histórico extraordinario. Si queremos que todo eso siga pujante y sigamos teniendo una voz en el mundo del arte internacional, pues tenemos que tener apoyos y no estar en contra de lo que está pasando en el mundo.

RPC ¿Por qué razón hay esta percepción de que la apuesta por la cultura es una apuesta no social o elitista, cuando es un cohesionador social y ayuda también a un ascensor social?

IN Hay una cantidad de empleos directos e indirectos, todos basados a través de lo que es la cultura de este país, los negocios en los que estamos inmersos en el sector cultural y que acaba siendo un porcentaje alto del PIB español.

Nosotros somos galerías que estamos en el centro de las ciudades con espacios abiertos al público de manera gratuita, donde no hay ninguna entrada, donde se hace un programa de exposiciones extraordinario, tanto en Madrid, Barcelona y, por supuesto, en algunas ciudades españolas. Además estamos permanentemente provocando la difusión del arte, el apoyo al coleccionismo y, por supuesto, el apoyo a los artistas. Se entiende mal que reiteradamente se nos siga planteando como un sector elitista.

RPC ¿Es posible que sea por la falta de diálogo y entendimiento entre empresas culturales y organismos oficiales. Entre lo público y lo privado?

IN La clave es esa combinación fantástica entre lo público y lo privado. Tenemos que aunar fuerzas entre todos, posicionar el arte español y la cultura española en lo más alto. Si lo que estamos es a la contra de unos contra otros y pensamos que es un sector elitista, que no se le pueden hacer concesiones, que las subvenciones son escasísimas y de cantidades verdaderamente poco significativas, como para hacer proyectos internacionales, vamos mal. Si a la vez tenemos una ley de mecenazgo verdaderamente raquítica, que no estimula en absoluto a los grandes coleccionistas españoles como para hacer colecciones y luego poderse desgrabar en función de todo ese coleccionismo que han creado, pues seguiremos en una situación muy diferente a la que nos rodea y eso tiene consecuencias.

RPC Hay una oleada de coleccionistas latinoamericanos en Madrid. ¿Cómo lo ve? ¿Qué oportunidad nos abre?

IN Todo este mundo latinoamericano que se está asentando en España está dando muchísima vida al sector, porque han venido grandes colecciones latinoamericanas. Ha habido acuerdos de esas colecciones con los museos nacionales para que se expongan y podamos aprender todos del arte latinoamericano que desconocíamos; a la vez hay un enorme interés por esos coleccionistas de completar sus colecciones con arte de artistas españoles. Todo eso no hace más que agrandar nuestro mercado. También empezamos a ser bienvenidos en ferias latinoamericanas, en bienales latinoamericanas, ese puente natural que es España y Latinoamérica.

RPC ¿Algún reto o deseo de presente o de futuro para la galería?

IN Sentirnos como que estamos completamente inmersos en el gran mercado del mundo, que estamos en igualdad de oportunidades con países como Francia, Alemania, Italia, Suiza o Inglaterra y que nuestros artistas empiezan a estar cotizados también en los mercados internacionales; que las subastas internacionales tengan de referencia la producción de lo que se está haciendo también en España como un valor, que haya un coleccionismo internacional que apueste también por nuestros artistas, en vez de estar siempre un poco a la zaga de todos esos movimientos económicos.

RPC ¿Tenemos aún complejos teniendo este capital de artistas de primer nivel?

IN El complejo que tenemos es que, teniendo un nivel artístico extraordinario y generaciones de artistas de primer nivel, no hayan llegado tan alto o a ser tan considerados como debieran y que artistas de las mismas generaciones de otras nacionalidades estén mucho mejor posicionados. Eso es algo que merece una reflexión y entender por qué eso ha pasado, por qué no hemos sabido estimular al coleccionismo internacional como para apostar por los grandes artistas españoles, salvo algunas honrosas excepciones, y por qué estamos más fuera de juego de ferias de primer nivel, con presencia escasa española. Eso creo . Mi deseo sería que todo eso cediese y volviésemos a estar completamente integrados.