Robert Llimós: "La formación recibida en la Escola Massana me sirvió para entender mejor el arte"

Desde el pasado enero la Mater Casa Museu presenta la exposición Tradición y materialidad propia reflejada , una propuesta única que explora los lazos culturales entre Cataluña y la región de Engadina , Grisons (Suiza). Este intercambio cultural destaca las conexiones históricas y artísticas que ambas regiones comparten, como la lengua, las tradicionales técnicas de decoración en fachadas y el arte románico.

El proyecto reúne a seis destacados artistas y poetas de cada territorio , quienes, a través de sus obras, rinden homenaje a las identidades propias y al legado común que las une. Esta colaboración transfronteriza no sólo celebra sus raíces culturales compartidas, sino que también invita a reflexionar sobre el valor de nuestras tradiciones y oficios locales.

Mater Casa Museu presenta esta iniciativa como un diálogo artístico y material entre técnicas autóctonas de ambas regiones , fomentando un aprendizaje mutuo y un redescubrimiento de nuestra propia identidad. Al analizar y comparar elementos como la arquitectura, los materiales y los oficios tradicionales como el esgrafiado, el proyecto enriquece la memoria colectiva y refuerza el conocimiento cultural compartido. Esta exposición se convierte así en una reivindicación del autoconocimiento y enriquecimiento cultural.

Entre los artistas participantes se encuentran Laura Bott (escultura), Luis Schmidlin (dibujo, poesía), Mazina Schmidlin-Könz (instalación y esgrafiado), Not Vital (grabado), Florio Puenter (fotografía), Marc Antoni Nay (historiador) y Jaecklin (dibujo, pintura y vídeo) de En. (dibujo), Clay Hernández (vídeo), Robert Llimós (escultura y pintura), Manel Rovira (escultura y pintura), Isidre Mateo (origami) y Rosa Vives (pintura).

Mater Casa Museu está ubicada en un emblemático edificio medieval del siglo XIII. Este espacio, situado en la Plaza del Aceite en el barrio de Santa Caterina de Barcelona, ocupa la antigua galería Joan de Serrallonga. La finca, testigo de setecientos años de historia arquitectónica de Barcelona.

Esta muestra permanece abierta al público hasta este mes de julio. Uno de los artistas participantes en esta exposición es Robert Llimós i Oriol (Barcelona, 19 de octubre de 1943) y hemos querido entrevistarlo en la Casa Mater de Barcelona.

Alexandra Planas.- ¿Crees que tu vocación por el mundo del arte te ha llegado por herencia familiar o es una pasión que la has desarrollado por ti mismo?

Robert Llimós.- Yo soy hijo de pintor y escultor y desde muy pequeño siempre me interesó el mundo del arte y la cultura y crecí rodeado de pinceles, telas y esculturas. Podría decir que he nacido con los pinceles en las manos , porque el arte siempre ha formado parte de mi día a día y, de algún modo, era inevitable que me acabara dedicando a ello.

AP- ¿Qué recuerdos tiene de sus años de formación en la Escuela Massana y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi?

R.Ll.- Esta escuela ha sido un lugar muy especial en mi trayectoria profesional, un espacio donde pude experimentar y crecer tanto desde el ámbito artístico como personal . Gracias a la formación recibida, he tenido la posibilidad de entender mejor el arte desde una perspectiva más abierta y participativa.

AP-¿Cómo surgió la colaboración con Arranz-Bravo, Bartolozzi y Gerard Sala? ¿Qué le aportó a nivel personal y artístico esta etapa de trabajo en equipo?

R.Ll.- Nos encontramos y después de mi formación decidí formar un grupo con Rafael Santos Torroella, con estos artistas con los que compartía muchas inquietudes y estilo. Este proyecto tuvo una duración aproximada de cinco años y puedo afirmar que fue bien, puesto que pudimos colaborar y crecer juntos. Durante ese tiempo organizamos muchas exposiciones que tuvieron buena acogida y fue una experiencia positiva en todos los niveles. Hicimos exposiciones en Zaragoza, Sabadell, Bilbao, entre otros sitios.

AP-Usted declaró que en el año 2009 tuvo un avistamiento de alienígenas en la playa de Fortaleza (Brasil). ¿Cómo ha influido esta experiencia en su obra y en su forma de entender el arte?

R.Ll.- Sí, en 2009 mientras yo paseaba por los bosques brasileños, me encontré con una nave rodeada de humo y vi a sus tripulantes. Desde ese momento no he dejado de pintar y dibujar obsesivamente a estos seres , que para mí son como seres pacíficos y que normalmente los pinto con una gama muy variada de colores fluorescentes. Debo reconocer que mi trayectoria creativa quedó marcada por este encuentro y que “la imaginación no es nada comparada con la realidad”. Estos extraterrestres los he reproducido pintando y dibujando así como con escultura. Dado que los extraterrestres tenían poderes magnéticos, generaron un campo magnético, que interfiere en las cámaras de fotografiar que hace que no se puedan fotografiar o que éstas queden distorsionadas. Por tanto, estoy encantado de que gracias a la pintura y el dibujo no se ha perdido todo este contenido.

AP- Tiene obra expuesta en colecciones de museos de todo el mundo. ¿Qué vendría a significar para usted ver su obra expuesta en la Casa Mater de Barcelona?

R.Ll.- Estoy muy contento y agradecido de poder exponer en la Casa Mater de Barcelona y en su directora, Valentina Asinari di San Marzano (arquitecta), que me ha querido incluir dentro de su programación expositiva de este año. Me hace mucha ilusión seguir colaborando con ella y con sus hijas (Taifa), que también participan activamente en este proyecto. Por mi parte, tengo muchas ganas de seguir creando desde mi taller de Barcelona y de sacar adelante nuevos proyectos en nuestro país, de carácter nacional e internacional.