Aureli Ruíz (Reus,1959) presenta en el Centro de Arte Tecla Sala una propuesta que nos invita a detenernos y reflexionar sobre cómo nos afecta la conectividad constante, la saturación informativa y la adicción a la inmediatez. En vez de añadir más estímulos, Ruiz abre espacios de silencio visual y mental, verdaderos puntos de resistencia en un mundo hiperconectado, donde a menudo perdemos el hilo de lo que somos o de lo que quisiéramos ser.
El artista, que lleva décadas explorando formas gráficas y simbólicas a través de su microescritura en las libretas Quadernària , presenta en El cultivo de sí una selección de trabajos que combinan pequeños dibujos abstractos con grandes intervenciones murales hechas con carbón. A través de esta propuesta, el autor pone el foco en la sumisión colectiva a un sistema digital que no da tregua. Este entorno, saturado de estímulos y permanente conectividad, erosiona la capacidad de pensamiento propio y transforma los ritmos de la vida cotidiana. El trabajo gráfico de Ruiz se centra, precisamente, en estas dinámicas que nos dejan inmersos en una dependencia creciente, y lo hace dialogando con escenarios que invitan a rehacer la atención y reconectar con un estado más consciente del propio cuerpo y mente. Las huellas que deja esta constante presión son visibles en los pequeños dibujos que complementan las piezas murales. Estos trazos, aparentemente mínimos, se convierten en testigos de cómo circula la información contaminada y de cómo afecta a nuestra fragilidad ante la lógica incontrolada de los algoritmos.
La exposición, abierta hasta el 2 de noviembre de 2025, está comisariada por Teresa Blanch y se inscribe en el ciclo Observatorio Tecla Sala , dedicado a dar visibilidad a artistas locales con una trayectoria consolidada. En este contexto, Ruíz pone en juego un conjunto de obras que conectan su trabajo acumulado a lo largo de los años con una nueva mirada crítica sobre el presente, una propuesta que nos invita a hacer una pausa, observar cómo vivimos, cómo nos afecta lo que consumimos (especialmente en el ámbito digital) y qué herramientas tenemos para no desconectarnos de lo que somos.