La Sala Parés acoge la nueva exposición individual de la pintora madrileña Leticia Feduchi. Nacida en 1961, Feduchi ha consolidado una trayectoria marcada por la precisión técnica y una sensibilidad pictórica que transita entre el realismo y la introspección contemporánea. Desde su primera exposición en la galería en 2019, su obra no ha dejado de cautivar por su elegancia y por una visión del mundo que transforma el objeto cotidiano en imagen poética.
Esta muestra, que podrá visitarse hasta el 28 de junio, reúne una selección de naturalezas muertas, retratos y paisajes que evidencian la evolución constante del artista. Con una pintura que parte de una observación meticulosa de la realidad, Feduchi trabaja con una paleta sutil y equilibrada, en la que el color no sólo es expresión sino también estructura. Fruto de su formación e influencias -entre las que destacan Francesc Artigau, Antonio López, Velázquez y Caravaggio-, su obra recupera el lenguaje de la tradición pictórica para llevarlo a una contemporaneidad llena de matices y significados.
Máscara, Leticia Feduchi. Sala Parés
Sus naturalezas muertas, a menudo protagonizadas por frutas, verduras, trapos y piezas de cerámica, se convierten en espacios de contemplación donde la luz juega un papel fundamental. Esta iluminación clara y limpia, da vida a los objetos y los aleja de cualquier lectura anecdótica para sumergirlos en una atmósfera atemporal. El uso del blanco como fondo, aplicado de forma expresiva, acentúa la presencia de los elementos y refuerza su potencia visual.
Bisnieta del pintor Blas Benlliure, Leticia Feduchi ha sabido combinar la herencia artística con una mirada personal y renovada. Su interés por la fragilidad de las cosas y el paso del tiempo impregna su obra con una melancolía que no renuncia a la belleza. Su firma figura en retratos oficiales como los de los premiados con el Cervantes en la Biblioteca Nacional, un reconocimiento más que constata la solidez de su recorrido.
Cebollas, granadas y manzanas, Leticia Feduchi. Sala Parés