La Casa Gomis pronto se integrará plenamente en el relato artístico del país. Esta vivienda situada en el Delta del Llobregat pasará a ser gestionada por el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que coordinará tanto su programación cultural como la actividad general del espacio.
Este movimiento ha sido posible gracias al acuerdo entre el Ministerio de Cultura, la Generalitat y el MNAC. Mientras el ministerio se compromete a asumir los trabajos de mantenimiento y adaptación necesarios, será el museo quien definirá las actividades, gestionará las visitas y trazará las líneas de contenido para poner en valor este emblema de la arquitectura del siglo XX. Sin embargo, la reapertura está prevista para febrero del 2026, coincidiendo con dos grandes acontecimientos que pondrán Barcelona en el centro del mundo de la arquitectura: la Capitalidad Mundial de la Arquitectura y el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos.
Proyectada por el arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana entre 1957 y 1963, la Casa Gomis fue pensada para el matrimonio formado por Ricard Gomis e Inés Bertrand. Ubicada dentro del paraje natural de la Ricarda, en plena zona protegida por su valor ecológico, esta construcción de una sola planta logró encajarse con naturalidad entre el pinar y el paisaje del Delta. El espacio combina sobriedad y precisión, una gran plataforma horizontal articula jardín, caminos y estanques, en una composición de líneas limpias y ortogonales.
Sin embargo, el valor la Casa Gomis va mucho más allá de su forma. Fue un espacio abierto a la creatividad y un refugio para muchos artistas en plena dictadura. Ricard Gomis, vinculado al Club 49, hizo de la casa un punto de encuentro por creadores como Joan Prats, Tàpies, Brossa, Mestres Quadreny, Carles Santos o incluso figuras internacionales como John Cage, Merce Cunningham y Robert Gerhard. También dejaron huella artistas como Moisès Villèlia y Magda Bolumar, que intervinieron de forma directa. Todo ello configura un contexto rico y vital para entender las segundas vanguardias en Cataluña, una etapa clave que el MNAC quiere integrar de forma más decidida en su futura ampliación.
Declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 2021, el conjunto mantiene el mobiliario diseñado por el propio Bonet y elementos arquitectónicos restaurados con cuidado. Esta fidelidad al estado original le convierte en una especie de cápsula del tiempo para estudiosos, visitantes y aficionados a la arquitectura. Con esta nueva etapa, Casa Gomis deja de ser una residencia privada para abrirse como espacio público dedicado a la creación y la memoria. Al mismo tiempo, el MNAC incorpora una nueva pieza en su proyecto de investigación y divulgación del arte catalán.