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La Panera: opacidad y vulneración de buenas prácticas
El sector artístico denuncia la precariedad contractual y la carencia de convocatoria pública para la dirección del centro de arte leridano.
El Centro de Arte Contemporáneo La Panera se encuentra en un momento delicado. Varias entidades profesionales del mundo del arte y la cultura -como la Asociación Catalana de Crítica de Arte (ACCA) , la Plataforma Asamblearia de Artistas de Cataluña (PAAC) , la Asociación de Profesionales de la Museología de Cataluña (AMC) , la Asociación de Críticos y Comisarios de las Islas Baleares (ACCAIB) , el Ateneo Popular de Poniente , la Plataforma Virtual espacio performativo , la Asociación Cultural de Artistas Promethea , Colores de Poniente , Bronca y Mujeres Artes Visuales — han alzado la voz para denunciar públicamente la situación de irregularidad contractual que, desde hace años, arrastra la institución.
El principal motivo de la denuncia es la inacción de la Paeria de Lleida, que todavía no ha convocado el concurso público para la dirección del centro, pese a haber comunicado el fin del mandato anterior el pasado 28 de agosto. Desde entonces, ningún proceso de selección se ha puesto en marcha, quedando provisionalmente la dirección en manos de un miembro del equipo interno, que recibe el apoyo y la solidaridad de las entidades firmantes, que le eximen de cualquier responsabilidad en esta crisis.
Pero el problema no es nuevo. Desde su fundación en 2003, varias direcciones del centro han ejercido el cargo a través de contratos mercantiles como autónomos, una práctica que se considera del todo inadecuada para una función de naturaleza estructural y continuada. Este modelo de contratación precaria vulnera los derechos laborales y pone en riesgo la independencia y estabilidad de la institución, además de contradecir tanto el orden CLT/225/2021 del Sistema Público de Equipamientos de Artes Visuales de Cataluña como el Código de Buenas Prácticas para la convocatoria de direcciones en museos y centros de arte.
Exposició 'Carlos Bunga. Juxtaposicions' a La Panera. © Jordi Rulló
El 10 de diciembre, representantes de la ACCA se reunieron con la Paeria para exigir explicaciones. La respuesta municipal fue evasiva: reconocían no haber iniciado ninguna acción, aducían dificultades administrativas y se comprometían a informar de novedades en febrero. Llegado marzo, el único movimiento fue el anuncio de la nueva dirección provisional.
Ante este escenario, el conjunto de organizaciones exige con firmeza la inmediata convocatoria de un concurso público con garantías laborales claras —incluyendo un contrato de cuatro años— que permita planificar el futuro del centro a medio y largo plazo. Consideran que es inadmisible que una institución clave para el arte contemporáneo catalán se mantenga bajo unas prácticas que otros ayuntamientos ya han empezado a corregir. La Panera, por su trayectoria y peso dentro del sistema artístico del país, merece una gestión transparente, estable y profesionalizada. Continuar aplazando esta responsabilidad pone en riesgo no sólo los derechos de los trabajadores, sino también la credibilidad de las políticas culturales públicas.
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