Es de parada obligatoria la visita al Museo Diocesano y Comarcal de Solsona y disfrutar por un buen rato de L'orant y Miró. Espíritu mural, comisariada por Marta Ricart , la nueva exposición temporal que podrá verse hasta el 4 de julio. Un recorrido que explora la relación de un artista universal como Joan Miró con el fresco de L'orant de Pedret , obra emblemática del equipamiento solsonense.
Es una exposición que genera múltiples opciones para el espectador y visitante, empezando por tener la oportunidad de descubrir conexiones inéditas, hasta llegar a la posibilidad de crear y encontrar nuevos relatos dentro del Museo de Solsona. De aquella creación a principios del siglo XI conocida como L'orant de Pedret hasta Joan Miró, para discurrir y considerar sobre aspectos de la creación artística, del espacio, pero también para echar una mirada al pasado y al presente. Miró visitó Solsona en abril de 1951 y tuvo este momento de encuentro con la pintura mural ya partir de este encuentro, la sede museística ha configurado un recorrido y una visión con criterios de creación mural, equiparable a un proceso arquitectónico espacial, además de abordar la figura de Joan Miró desde una nueva mirada y desgranar así una serie de inspiraciones.
"El arte mural es lo contrario de una creación solitaria; si bien es necesario preservar su personalidad, también hay que comprometerla profundamente con la obra colectiva. Es una experiencia apasionante, pero llena de riesgos, que debe ser hecha en su emplazamiento y no en la soledad del taller" explicaba Joan Miró en verano de 1958.
La gran cuestión que genera el Museo de Solsona con esta exposición temporal -Miró toma el relevo de Picasso en el museo solsonense en exposiciones temporales-, ¿es quién encuentra a quién y quién hace que: es Miró quien encuentra la obra L'orant o es al revés? Un interrogante fascinante, sin olvidar que la obra de Orant es un icono del museo.
Orant de Pedret © Museu de Solsona
El mural de Pedret se descubrió en 1937 y aparece un personaje masculino, con túnica y coronado por un pavo real, junto con otro fragmento llamado Caballero. Marta Ricart ha investigado en los últimos años la figura de Joan Miró y se traduce con una exposición temporal que puede originar un pensamiento de posibles vinculaciones e ideas del artista con obras futuras, aunque Miró nunca explicó nada sobre Orant, pero tuvo presente el mural con reproducciones en sus talleres de Palma y Mont-roig.
Relación entre espacio, obra y anonimato y un encuentro de Joan Miró con el Orant en 1951. Una exposición con diferentes puntos de vista sobre el transcurso, pero también dentro de la universalidad del artista y de sus procesos creativos. En el Museo de Solsona se origina un trabajo de recorridos y conceptos como explica Marta Ricart y en definitiva es un apoteósico viaje que visitando al arte debe realizar.
Miró al Museu de Solsona davant Orant de Pedret, 1951. © Col·lecció Tormo Ballester