TG_BONART_1280x150

Entrevistas

Marko Daniel: "La coherencia con la que Miró concebía el mundo es realmente sorprendente"

Marko Daniel: \
Nora Barnach barcelona - 14/10/25

Marko Daniel (Aquisgrán, Alemania, 1964) se licenció en Historia del Arte y Filosofía en el University College de Londres y se doctoró en Historia y Teoría del Arte en la Universidad de Essex en 1999. Experto en arte contemporáneo chino y catalán, ha combinado la investigación con la docencia en diversas instituciones académicas de Southampton, Taiwán, Londres y Barcelona. En 2006 se incorporó a la Tate Modern de Londres como comisario de programas públicos, responsabilidad que ejerció hasta 2017, liderando este área tanto en la Tate Modern como en la Tate Britain.

Desde enero de 2018 dirige la Fundació Joan Miró. Este año celebran los 50 años de la Fundació, ¿cómo definiría el legado que han construido?

Creo que tenemos un legado magnífico del que podemos estar muy orgullosos. Miró hizo un regalo a la ciudad, y ahora nosotros trabajamos para que continúe vivo y activo, pensando en el futuro y en las generaciones que vendrán, trabajando para la gente del mañana.

Precisamente, Para la gente del mañana es el lema de este 50º aniversario. ¿Cuál es su visión para la Fundación en las próximas cinco décadas?

Queremos que la Fundació Joan Miró se mantenga como un referente internacional de la obra de Joan Miró, no solo por las exposiciones que organizamos, sino también por la investigación en la que se basan. Queremos consolidar esta posición de referencia en el ámbito de la investigación y mantener nuestro compromiso con el arte contemporáneo, que fue tan importante para Joan Miró. El Espai 13, en este sentido, es un legado del que podemos estar muy orgullosos. El Premio Joan Miró es otro compromiso con la nueva producción de artistas con una trayectoria un poco más avanzada. Este año contamos con Kapwani Kiwanga, que es una de las mejores artistas vivas del mundo actualmente.

El trabajo que realizamos para promover la nueva producción y la creatividad de los artistas emergentes es fundamental por dos razones: por un lado, porque queremos mostrar a nuestros visitantes que la creatividad es un proceso constante y vivo; y, por otro, porque esta creatividad de los artistas jóvenes nos permite descubrir cada día nuevas interpretaciones de la obra de Joan Miró.

Están trabajando en una nueva ordenación de la colección, ¿cómo se va a articular?

Nos hace mucha ilusión esta nueva presentación de la colección, ya que nos centraremos en los procesos creativos de Joan Miró, que explican por qué sigue siendo tan relevante para las nuevas generaciones de artistas. Son los diálogos que Miró establecía con otras disciplinas: la ciencia, la astronomía, el interés por el medio ambiente y la naturaleza… Esta nueva presentación también nos permitirá abrir por primera vez el Jardín de los Cipreses al público. Esto generará un refugio climático —cada vez más necesario— donde podremos conectar de manera más directa con la naturaleza, uno de los elementos clave para Miró. Además, ofrecerá la posibilidad de crear nuevos espacios de colaboración y mediación artística que queremos desarrollar allí dentro.

En este sentido, ¿cómo surge el proceso de vuelta a la forma original del edificio de Sert? ¿Qué significado tiene?

Todo esto está ligado a la sensibilidad y a la experiencia que compartimos todos los que trabajamos aquí al llegar a la fundación. La fundación es abierta y transparente; abre la vida del exterior hacia el interior y permite que el espacio interior sea legible y visible desde fuera. Esta integración es fundamental para el edificio, y no es casual, sino fruto de la visión compartida entre Sert y Miró. La apertura y la transparencia, más allá de conceptos artísticos y arquitectónicos, son también valores simbólicos: reflejaban la situación social y política de los últimos momentos del franquismo, anticipando una apertura democrática y expresando el deseo de que el arte sirviera a la sociedad para construir un mundo mejor. La coherencia con la que Miró concebía el mundo es realmente sorprendente; aunque no se trata de una visión única, sí resulta excepcional y singular. Existen muchos museos de artista en el mundo, pero muy pocos —yo, de hecho, no conozco ninguno— concebidos con una colaboración tan personal y estrecha como la que tuvieron Miró y Sert, y todo empieza cuando Miró rechaza un palacio de la calle Montcada, cerca del Museo Picasso, porque consideraba que su arte era del siglo XX, no del XII. No quería un entorno tan antiguo ni marcado por una arquitectura de poder ostentoso, quería un edificio de su tiempo. Sert, de hecho, hablaba de un edificio que fuera un antimonumento, más cercano al concepto humanista y respetuoso con la dignidad humana que ambos compartían.

Este año, con la exposición en Tokio y la muestra Miró y los Estados Unidos, la Fundación destaca por su dimensión internacional. ¿Cómo definirían las colaboraciones que mantienen en la península con las fundaciones de Palma, Montroig y Serralves?

El caso de Serralves es muy interesante, ya que cuentan con una colección muy importante de obras de Joan Miró que procede de un banco privado portugués, el cual adquirió un gran número de piezas y que, tras su quiebra, pasaron a manos del Estado portugués, que las depositó en la Fundación Serralves. Mantenemos una relación muy estrecha con esta institución, concretada principalmente en préstamos mutuos para exposiciones temporales y en la definición y desarrollo de proyectos comunes. Con la Fundación Miró Mallorca y Mas Miró nos consideramos el Triángulo Miró. Realizamos encuentros regulares para impulsar colaboraciones, proyectos conjuntos, campañas coordinadas en redes sociales, y trabajamos en una visión compartida sobre la relación entre arquitectura, naturaleza y medio ambiente. Precisamente en este último ámbito estamos desarrollando una colaboración específica con motivo de nuestro 50.º aniversario.

¿A qué retos deben hacer frente instituciones como la vuestra en un mundo sometido a transformaciones aceleradas en las formas de vivir y a una geopolítica cada vez más compleja y tensa?

Hasta hace poco habría dicho que la digitalización del mundo era el reto más claro. Ahora diría que, con los acontecimientos recientes en la escena internacional —la situación geopolítica, las guerras en todo el mundo y los nuevos desafíos, no solo para la cultura sino, de manera literal, para la democracia y la ciencia a escala global—, el reto más importante para la Fundación es el arte, tanto en la interpretación del arte histórico como en el compromiso con la creación nueva y con los artistas emergentes. El arte juega un papel fundamental para defender esos valores que Miró también defendía: la apertura, la transparencia y la democracia. El arte, así como el apoyo al arte y la cultura, es más importante que nunca para ayudarnos a gestionar nuestra relación con el mundo, nuestra posición en él y lo que queremos hacer para contribuir a dejar un mundo habitable para el futuro.

Baner_Atrium_Artis_180x180px336x280

Te pueden
interesar
...