banner bonart 01 CAT

Exposiciones

La Madonna de Portlligat: la reivindicación onírica de Dalí llega por primera vez a Figueres


Una inmersión onírica a través de una exposición centrada en una obra icónica, que se podrá contemplar hasta el 22 de febrero.

La Madonna de Portlligat: la reivindicación onírica de Dalí llega por primera vez a Figueres

Ricard Planas Camps - 17/09/25

Salvador Dalí definió La Madonna de Portlligat como uno de sus manifiestos vitales. No era solo una pintura monumental, sino el epicentro de una nueva mística nuclear destinada a reconciliar ciencia y religión, pasado y futuro, cuerpo y espíritu. Tras viajar más de 10.000 kilómetros desde Fukuoka (Japón), esta obra icónica llega ahora a Figueres por primera vez, expuesta en el Teatre-Museu Dalí del 17 de septiembre de 2025 al 22 de febrero de 2026. Se trata de una ocasión histórica: la obra no se veía en tierras catalanas desde 1952, cuando formó parte de la I Bienal Hispanoamericana de Arte.

La muestra, comisariada por Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, con la colaboración de Rosa Maria Maurell, Lucia Moni, Clàudia Galli y Maria Carreras, es mucho más que una simple exhibición. Se convierte en un recorrido inmersivo que explora los múltiples sentidos de La Madonna: su conexión con el Renacimiento, la simbología atómica, el diálogo con Gala y el vínculo con el paisaje ampurdanés. A través de recursos audiovisuales, pedagogía y publicaciones especializadas, la exposición rescata la complejidad de una obra que sintetiza la ambición de Dalí por trascender las fronteras de la pintura.



La exposición está marcada en el último tramo del recorrido que el visitante realiza en el Teatre-Museu Dalí de Figueres. En este espacio final, pintado en amarillo y azul —los colores del misticismo hacia los que Dalí aspiraba—, la obra adquiere una potencia visual e intelectual inusitada. La fotografía, el vídeo y la pintura dialogan en un showroom que se convierte en una experiencia total: una maravilla para los ojos y para el espíritu crítico.

El itinerario insiste en el contexto histórico. En 1949 Dalí pinta una primera versión reducida de la Madonna, que presenta al papa Pío XII con el objetivo de obtener la bendición para casarse con Gala por la Iglesia. En el verano de 1950 realiza en Portlligat una segunda versión monumental, marcada por la fascinación por la física nuclear tras Hiroshima y Nagasaki. La obra, rodeada de elementos flotantes que simbolizan la descomposición de la materia, dialoga con el clasicismo renacentista y proyecta a Gala en el papel central de Virgen. Dalí escribiría en sus memorias: “Gala, tú eres la realidad”.



La dimensión internacional de la Madonna queda igualmente subrayada. En noviembre de 1950 se presentó en la Carstairs Gallery de Nueva York en una instalación casi teatral: el lienzo, demasiado grande para entrar por el ascensor, fue izado con cuerdas desde la calle hasta la sala, bajo la supervisión del propio Dalí. La escena, inmortalizada por el fotógrafo Mark Kauffman para la revista Life, resume el carácter espectacular del artista. Posteriormente, la obra recorrió escenarios clave del arte mundial, de París a Milán.

El proyecto no se limita al cuadro. La Fundación Dalí ha editado una publicación monográfica con textos de Montse Aguer, Maria Carreras, Bea Crespo, Clàudia Galli, Rosa M. Maurell y Lucia Moni, entre otros, y ha creado un microsite en cuatro idiomas con un storymap interactivo y un visor de alta resolución. El programa educativo incluye talleres y actividades para primaria, secundaria y bachillerato artístico, en un intento de convertir la Madonna no solo en un icono museístico, sino en una herramienta pedagógica viva.



La exposición también incorpora un audiovisual de cuatro minutos que narra el viaje fascinante de la obra por el mundo. Dirigido por David Pujol y realizado por la Fundación Dalí, el audiovisual utiliza material de archivo y documentos inéditos que iluminan la trayectoria internacional de la Madonna. El conjunto configura una propuesta que no solo conmemora la historia de una obra, sino que la reactiva en el presente como símbolo de armonía entre arte, ciencia y espiritualidad.

En definitiva, La Madonna de Portlligat. Una explosión onírica no es solo una exposición. Es un acto de reivindicación histórica y cultural: traer a Figueres, al corazón del Empordà, una de las obras que mejor encarna la ambición universal de Dalí. Un icono que conjuga tradición y modernidad, misticismo y experimentación, y que hoy, más de setenta años después, sigue hablándonos con la misma fuerza visionaria.

PV_CxF_Som_Natura_BCN_180x180px_v2thumbnail_Centre Pere Planas nou 2021

Te pueden
interesar
...