La producción artística de Rafael Mayu Nolte abarca la pintura, el dibujo, la acuarela, la tinta y el acrílico, además de propuestas que entrelazan la palabra con lo ficcional y lo conceptual. Inspirada en el cuento La insignia de Julio Ramón Ribeyro, Ceremonia de respuesta, la muestra personal de Rafael Mayu Nolte, evoca el recuerdo de un rito inventado: un culto imaginario que habría tenido lugar los días 11 y 12 de noviembre de 1966.
La muestra del 23 de agosto al 4 de octubre se construye a partir de documentos de la organización, en los que se rastrean misivas del Presidente y se describen ciertos aspectos vinculados a sus objetivos, ideales y a la creación de la Ceremonia. Entre los pocos elementos definidos, se deduce que el evento tuvo lugar en la bahía de Lima, mediante un ritual realizado por distintos participantes a bordo de embarcaciones y acompañado por una imponente estructura de fuegos artificiales.

Más que presentarse como un simple diálogo con su tiempo histórico, Ceremonia de respuesta se inserta de lleno en él, explorando y tensionando las encrucijadas que lo atraviesan —ya sean de orden político, espacial o discursivo—. La obra no se limita a registrar o reflejar dichas tensiones, sino que las desarma, las cuestiona y las subvierte, proponiendo un espacio en el que la ficción se convierte en un medio para generar nuevas lecturas de lo real. En ese terreno ambiguo, donde el misterio y el desapego cobran protagonismo, la pieza busca una reafirmación existencial, una suerte de resistencia poética frente a la rigidez de los relatos establecidos y las certezas que pretenden imponerse desde lo histórico.

Entre sus exposiciones más relevantes se encuentra El retorno del cometa Biela (2018) en CRISIS, donde construye una narrativa que entrelaza símbolos, violencia, memoria y ficción. Ahora vuelve con Ceremonia de respuesta; en una muestra incluye afiches cargados de simbología y mensajes encriptados, concebidos como anuncios dirigidos a los miembros de la organización; storyboards de la ceremonia, que representan los momentos clave a materializar durante su desarrollo; y reconstrucciones de los símbolos principales que identifican a la organización. La exhibición culmina con un retrato de gran formato que representa a un ente titánico sobre la Costa Verde, entregado como muestra de agradecimiento al guionista del evento, conocido bajo el seudónimo de “el Escritor de Obituarios”.
Del espacio de Lima a Madrid, ya que Crisis junto a Bombon han creado un nuevo espacio en Malasaña con la primera exposición Pink especias de dust en garden with no sun , de Marie Zolamian y Daniel Jacoby, inaugurando temporada en la capital de España.