Exposiciones
Isabella Mellado reimagina los siete pecados capitales
En una oda al deseo, culpa y redención, la exposición de Miami busca la belleza mística.
Últimos días de la exposición 7 pecados de la artista puertorriqueña Isabella Mellado (San Juan, 1996) en La Cometa Miami, organizada junto a Povos Gallery. Un pequeño, pero potente, recorrido por siete pinturas, cada una de ellas dedicada a uno de los pecados capitales (orgullo, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuría), reinterpretados por la perspectiva de Mellado.
El arte de Mellado combina elementos como el tarot, símbolos religiosos, folclore latinoamericano, en composiciones donde tiene un lugar capital lo simbólico unido a lo introspectivo. A través de su obra visual, pone en tensión las nociones tradicionales de género, identidad comunitaria, experiencias queer marcadas por el dolor y la carga simbólica del catolicismo.
Isabella Mellado reside en la ciudad de Chicago, estado de Illinois, y en 7 pecados crea un mundo que habitan estos personajes; la humanidad no es perfecta. Los sujetos de estas obras son imperfectos, vulnerables y están en conflicto, y lo muestran abiertamente. En estas obras, Mellado transmite que emociones complejas como la envidia y la ira, aunque venenosas, son naturales.
En la muestra temporal Siete Pecados, que finaliza el 5 de agosto, la vida contemporánea choca con relatos moralizantes centenarios que trazan una línea clara entre el bien y el mal. Al pintar demonios, ángeles, pecadores y santos desde una perspectiva contemporánea, Mellado cuestiona la autoflagelación implacable de los relatos moralizantes católicos que se cuentan en el canon artístico europeo.
En 2024 fue destacada en exposiciones como Te Diré Quién Eres (Povos) y en 2023 con Desde el Charco (YoungArts), exponiendo anteriormente por Ciudad de México, San Juan, el Museo del Bronx de Nueva York o la Ponce Biennial de Puerto Rico. A través de temas como el descanso, la ira y la envidia, la obra de Mellado cuestiona estructuras de poder y desigualdad, planteando interrogantes como: ¿a quién sirve el sentimiento de culpa? ¿Quién accede al privilegio de detenerse en un sistema capitalista?
