Exposiciones
Antonioni y Ghirri: la montaña como pensamiento visual en La Virreina Centro de la Imagen
Una exposición comisariada por Frederic Montornés que pone en diálogo al cineasta y al fotógrafo italianos, explorando la relación entre imagen, paisaje y contemplación a través de un ensayo visual abierto y poético.
De Trinh T. Minh-ha en Paloma Polo, con una parada en La montaña análoga de Michelangelo Antonioni y Luigi Ghirri, en la Virreina Centro de la Imagen. Una nueva exposición temporal que podrá visitarse hasta el 15 de febrero y que presenta collages pictóricos sobre montañas en diálogo con las fotografías conceptuales de Ghirri.
Comisariada por Frederic Montornés —que entró en contacto con el universo de Antonioni en los años ochenta en Grenoble—, la muestra se ha concebido como un ensayo visual abierto, interminable, que parte de una premisa inicial: Antonioni y Ghirri nunca se conocieron. Estas montañas y paisajes se articulan a través de las imágenes, convirtiéndose en parpadeos de gestos mínimos, ampliados como forma de pensamiento, invitación a la reflexión.
Dos miradas que dialogan y se complementan ante la búsqueda de una unidad formal, conceptual y emocional. La muestra toma como punto de partida una serie de montes inspirados en Blow-Up, nacidos de la combinación entre un proceso manual y técnico, y de la intervención inevitable del azar. En este espacio de encuentro, las imágenes invitan al espectador a detenerse, a observar con calma ya adentrarse en un recorrido visual que conecta el lenguaje cinematográfico de Michelangelo Antonioni (Ferrara, 1912 – Roma, 2007) con la mirada poética y conceptual del fotógrafo Luigi Ghirri (Scandia 1992).
Antonioni y Ghirri, nacidos con treinta y un años de diferencia en dos ciudades distintas de una misma región del norte de Italia, separadas por poco más de cien kilómetros de carretera y por unas montañas de altura media que no supera los 500 metros, son dos artistas que, pese a no haberse conocido nunca, forjaron sus miradas en las llanuras. Se formaron en la contemplación de espacios fluviales y aluviales extensos, trazando sus horizontes conceptuales y formales transitando libremente aquella zona de nieblas donde se encuentran el pensamiento y la imaginación.
La serie de Montañas encantadas de Antitioni se mostró por primera vez en 1983 y es la primera vez que se expone en Barcelona, sin embargo, se expuso en la Fundación Luis Seoane de A Coruña en 2010. en imágenes, contemplar, descubrir y fijar la mirada en dos artistas con afinidades dentro de un ensayo visual que hace tiempo no se veía en la ciudad.
