El Institut Ramon Llull ha decidido prescindir de Pere Almeda y Samaranch como director de la institución, un cambio que marca el inicio de una nueva etapa para el organismo dedicado a la proyección exterior de la lengua y la cultura catalanas. La decisión, tomada por la junta rectora -formada por el gobierno de la Generalitat, el gobierno de las Islas, el Ayuntamiento de Barcelona y el ayuntamiento de Palma-, se enmarca en una voluntad de renovación interna y en la intención de reformular la estructura directiva del centro, que ha tenido un papel clave en la internacionalización de la literatura, el arte, la música y las artes escénicas del país.
Fuentes de la institución apuntan a que el proceso para el nombramiento de una nueva dirección ya está en marcha y que se prevé resolverlo en cuestión de semanas. Mientras, el equipo técnico continuará con las tareas ordinarias para garantizar la continuidad de los proyectos y la presencia del Llull en los principales eventos culturales internacionales.
Jurista y politólogo de formación, Pere Almeda asumió la dirección del Institut Ramon Llull en noviembre de 2021, en relieve del escritor Francesc Serés. Serés había dimitido apenas cuatro meses después de ser nombrado, en medio de tensiones internas derivadas de las interferencias políticas y del debate sobre el modelo de gobernanza de la institución. Aquel episodio puso de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre la gestión técnica y la independencia cultural, un reto que ha seguido marcando el funcionamiento del Llull en los últimos años.
Con su salida, Pere Almeda pone punto y final a una etapa definida por el despliegue del Plan Estratégico para la Internacionalización de la Cultura Catalana 2025-2030, una hoja de ruta que ha buscado reforzar la presencia exterior de la creación contemporánea y consolidar las relaciones con instituciones culturales de todas partes. Durante su mandato, el Institut Ramon Llull ha impulsado nuevas líneas de apoyo a la creación, el Programa de Residencias Internacionales y las becas de investigación en estudios catalanes, con el objetivo de fortalecer los vínculos entre creadores, investigadores y centros culturales internacionales.
Además, bajo su dirección se han publicado antologías de poesía catalana en diversas lenguas y se ha potenciado la difusión de la colección Clàssics Catalans del Pensament Polític, contribuyendo a proyectar la riqueza y la diversidad del pensamiento y la literatura catalanes más allá de las fronteras del país.
La junta rectora ha expresado su voluntad de reforzar el papel de la institución como herramienta de proyección y diálogo intercultural, adaptando su estructura a las nuevas necesidades del sector.
Con esta reformulación, el Institut Ramon Llull busca mantenerse como una plataforma de referencia en la difusión de la cultura catalana en el mundo, preservando su espíritu fundacional: hacer llegar la creatividad, la lengua y el pensamiento catalanes a nuevos públicos y territorios.