Exposiciones
“Trilogía”: tres universos en diálogo en la obra viva de Roser Oliveras Oliver
La muestra reúne un diálogo entre viaje, teatralidad e introspección a la Fundación Valvi de Girona, y se acompaña de un catálogo convertido en libro de artista único y realizado a mano.
La Fundación Valvi de Girona acoge Trilogía , la nueva exposición de la artista gerundense Roser Oliveras Oliver, una muestra que invita al espectador a adentrarse en tres mundos plásticos que, pese a su singularidad, dialogan entre ellos como las partes de un mismo relato vital y artístico. La exposición, como su título indica, se despliega en tres capítulos que revelan distintas etapas creativas y emociones que atraviesan la obra de Oliveras.
El primero de estos universos se inspira en un viaje a Estambul, ciudad que el artista transforma en pintura, memoria y experiencia sensorial. Sus obras evocan la luz, las texturas y los colores de esta fascinante metrópoli, donde Oriente y Occidente se encuentran y se confunden. A través del pigmento y del gesto, Oliveras recrea su mirada sobre la ciudad, convirtiendo el recuerdo en un espacio de descubrimiento constante.
El segundo ámbito de la muestra se articula en torno a las grandes piezas teatrales, verdaderos telones escénicos que respiran vida propia. Son composiciones de una fuerza expresiva rotunda, donde el artista retrata a personajes de la noche y de la cotidianidad con una mirada llena de teatralidad, pero también de ternura e intimidad. En estas obras, el escenario pictórico se convierte en un espacio de encuentro entre la ficción y la realidad, entre la máscara y la verdad interior.
Por último, Trilogía culmina con los pequeños retratos misteriosos, obras que invitan a la observación silenciosa ya la introspección. Aquí, la mirada de Oliveras se concentra en el rostro y el gesto, en los matices que definen al ser humano: lo que es palpable y lo que se escapa, el misterio que habita detrás de cada expresión.
Con esta exposición, Roser Oliveras Oliver propone una reflexión sobre la memoria, la identidad y la representación. Trilogía es a la vez un recorrido por su trayectoria y una inmersión en un universo poético donde cada obra habla, observa y dialoga con el espectador desde el vibrante silencio de la pintura.
La obra de Roser Oliveras, marcada por una figuración expresiva y vibrante, se caracteriza por su capacidad de transitar con naturalidad entre distintos lenguajes plásticos: la pintura, el grabado, la cerámica y la escultura. En cada uno de estos territorios, el artista mantiene una voz propia, fiel a una mirada lúcida y al mismo tiempo profundamente sensible. Su obra interroga la presencia humana y su entorno con una sutil combinación de ternura, ironía e introspección. La figura femenina aparece como eje recurrente: símbolo de fuerza y fragilidad, de resistencia y vulnerabilidad, convirtiéndose en una metáfora de la complejidad de la experiencia humana.
El artista empuja su búsqueda en la tensión entre paisaje y escenario, viaje y memoria, dramaturgia y retrato. El primer bloque -el viaje a Estambul- abre un espacio de descubrimiento y confrontación con el otro, la ciudad, la cultura, la experiencia. El segundo, con grandes telones y escenas de vida nocturna, construye un escenario en el que los personajes se mueven entre luces y sombras, artificio e intimidad. El tercer bloque -los pequeños retratos- reduce la gran escala al gesto más cercano, al rostro, al enigma humano.
Catálogo en forma de libro de artista de Roser Oliveras
En esta ocasión, el catálogo de la exposición trasciende su formato habitual para convertirse en un auténtico libro de artista. El volumen reproduce, a tamaño real, una serie de dibujos inéditos que acompañaban el viaje a Estambul y que ahora ven la luz por primera vez. Roser Oliveras ha intervenido manualmente en cada ejemplar, trabajando sobre el papel con gesto y materia, y transformando cada uno de ellos en una pieza única e irrepetible. De esta forma, el libro se convierte en un espacio de experimentación plástica, un territorio intermedio entre la pintura y el papel, entre la memoria del viaje y la presencia física de la materia pictórica.
