Cada año, el pintoresco pueblo de Cadaqués se convierte en un escenario vivo para la creación visual gracias al Festival Internacional de Fotografía InCadaqués. Esta iniciativa, de carácter internacional, aporta durante aproximadamente diez días una inmersión en el mundo de la imagen y sus creadores, cuya propuesta artística va más allá de la exposición estática.
InCadaqués nace con la voluntad de dar visibilidad y reconocimiento tanto a artistas emergentes como a creadores consolidados, de ámbito nacional e internacional, seleccionados por la calidad y el carácter innovador de sus propuestas. El festival establece un diálogo entre la rica historia artística de Cadaqués —un pueblo emblemático que en el siglo XX sedujo a figuras como Salvador Dalí, Man Ray o Marcel Duchamp— y su entorno natural excepcional, en el corazón del Parque Natural del Cap de Creus. Esta fusión entre arte y paisaje se manifiesta en la diversidad de formatos y espacios de exhibición que se propone.

VALENTINA SINIS, GANADORA DE LA CONVOCATORIA, Iglesia de Santa Maria.
Durante el festival, las obras se despliegan en una veintena de espacios diversos: galerías de arte, lugares emblemáticos del municipio, edificios históricos y escenarios inesperados. Algunas propuestas toman forma de instalaciones subacuáticas —visibles desde el paseo marítimo o inmersas directamente en el mar—, mientras que otras experimentan con materiales y técnicas poco convencionales.
Además, InCadaqués ofrece un amplio programa de actividades paralelas que incluye talleres, proyecciones, presentaciones de libros, recorridos fotográficos, barnizados y encuentros entre artistas, coleccionistas y público. Esta variedad de experiencias convierte al festival en una cita abierta y enriquecedora, pensada tanto para los profesionales como para los apasionados de la fotografía.

MAN RAY, Galería Cadaqués Dos.
El noveno Festival Internacional de Fotografía InCadaqués invita al público a adentrarse en el universo de la imagen y de sus creadores. Durante dieciocho días, la singular villa daliniana se transforma en un escenario abierto en el que fotógrafos de todo el mundo comparten su mirada. Cada rincón, muro de piedra seca y callejón se convierte en un lienzo abierto a la creatividad. Galerías, cafés, restaurantes y espacios culturales se unen para dar vida a un festival que llena a Cadaqués de arte, diálogo e inspiración.