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Exposiciones

Entre ritual y cotidianidad: Tina Girouard en el Museo Tamayo

En 1983 fue la primera artista mujer en realizar una exposición individual en el Museo Tamayo titulada Vámonos a México.

Entre ritual y cotidianidad: Tina Girouard en el Museo Tamayo
bonart méxico df - 18/08/25

Es la primera gran retrospectiva póstuma dedicada a Tina Girouard (1946–2020), artista originaria de Louisiana, que reúne una práctica diversa que incluye performance, video, textil, dibujo e instalación. Su obra indagó en los vínculos entre arte, comunidad, ritual y las dimensiones del cuidado en la vida cotidiana. Se estrenó en el Ogden Museum of Southern Arte de New Orleans en 2024, para viajar después al Center for Art, Research and Alliances (CARA) y desembarcar del 21 de mayo al 14 de septiembre en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo en Ciudad de México, bajo comisariado de Manuela Moscoso, Andrea Andersson y Jordan Amirkhani.

La primera gran retrospectiva póstuma dedicada a Tina Girouard (1946–2020), artista nacida en Luisiana, ofrece una revisión integral de una trayectoria que se caracterizó por la diversidad de medios y enfoques. A lo largo de su carrera, Girouard transitó con naturalidad entre el performance, el videoarte, el textil, el dibujo y la instalación, configurando un lenguaje artístico que desbordaba las categorías tradicionales. Su obra se distingue por la manera en que establece un diálogo constante entre la creación individual y las dinámicas colectivas, situando el arte como un espacio de encuentro, de ritual compartido y de reflexión sobre los cuidados cotidianos.

En este sentido, la exposición Sign-in no solo recupera la amplitud y riqueza formal de su producción, sino que también subraya la dimensión social y cultural de su práctica. Girouard entendía el acto artístico como un tejido de relaciones —entre cuerpos, comunidades y entornos— que ponía en cuestión las jerarquías del arte establecido y abría caminos hacia modos alternativos de creación y convivencia. La retrospectiva permite así comprender la relevancia de su legado en el contexto del arte contemporáneo, al tiempo que ilumina la capacidad del arte para activar memorias, ritos y gestos de cuidado que atraviesan lo íntimo y lo colectivo.

A finales de la década de los sesenta, Girouard se mudó a Nueva York, la capital del momento del arte, y allí se le vinculó con artistas como Lynda Benglis o Dickie Landry con quien se casó. Su apartamento ubicado en Chinatown fue lugar y epicentro de múltiples encuentros culturales y creativos. Trabajó con medios no tradicionales (papel pintado, linóleo, textiles, lentejuelas, acero); su estética suele vincularse a los movimientos Post-Minimalismo, Anarchitecture y Pattern & Decoration y en 1970 fue cofundadora del restaurante-arte FOOD, donde cocinar y comer eran también actos performativos.

“Tiendo a pensar el arte como un refugio, como un espacio de resguardo”, escribió alguna vez Tina Girouard. Al desdibujar las fronteras entre los ámbitos públicos y su esfera íntima, la artista dio forma a refugios efímeros que operaban como lugares de encuentro y protección. En las estructuras que concebía, cada elemento adquiría un carácter sagrado: la disposición de personas, materiales y signos no se limitaba a una simple suma de partes, sino que generaba configuraciones cargadas de sentido, capaces de producir nuevas formas de comunidad y experiencia estética.

Entre las piezas más significativas reunidas en la retrospectiva destacan obras que permiten trazar un recorrido por las múltiples facetas de la práctica de Tina Girouard. Moving In–Moving Out–Sign-In (1976), instalación de carácter participativo presentada en el marco inaugural de Rooms en MoMA P.S.1, documentó la presencia de colaboradores y agentes del entorno artístico neoyorquino, convirtiéndose en un registro vivo de la comunidad creativa de la época. De manera complementaria, Four Stages (1972) recrea su primera exposición individual en 112 Greene Street, utilizando telas de la serie “Solomon’s Lot” y maderas recuperadas de almacenes, con lo que enfatiza su interés en el ensamblaje, la reutilización de materiales y la construcción de entornos inmersivos.

La muestra también pone en primer plano su investigación textil a través de las series Wallpaper y Test Pattern, en las que el trabajo manual asociado a lo doméstico se transforma en un campo de experimentación formal y estética, cuestionando las jerarquías entre lo privado y lo artístico. Finalmente, se incluyen filmaciones como Pinwheel (1977) y los videos de la serie Maintenance (realizados a lo largo de los años setenta), en los que Girouard explora la performatividad de las tareas cotidianas y ritualizadas, revelando la potencia política y poética del cuidado y de la repetición en la vida diaria.

Tina Girouard: SIGN-IN se presenta como una retrospectiva de gran alcance que recupera y celebra el legado de una creadora adelantada a su tiempo. Su obra, marcada por la performatividad, el tejido simbólico, el cuidado y una ética solidaria, se despliega en un recorrido que conecta Nueva Orleans, Nueva York y la Ciudad de México, evidenciando la manera en que Girouard supo transformar lo cotidiano en un acto artístico de resonancia colectiva. La exposición no solo restituye su lugar en la historia del arte contemporáneo, sino que también invita a reconocer la vigencia de su poética colaborativa como un horizonte crítico y sensible para el presente.

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