banner-automobil-1280x150

Exposiciones

El universo pictórico de Muñoz Degrain, al descubierto en el Prado

Fue una de las figuras más originales del arte español del siglo XIX.

Los escuchas marroquíes Muñoz Degrain, 1879 Madrid, Museo Nacional del Prado.
El universo pictórico de Muñoz Degrain, al descubierto en el Prado
bonart madrid - 02/08/25

El Museo del Prado presenta un recorrido dedicado a la obra de Antonio Muñoz Degrain en la sala de exposiciones 60 del edificio Villanueva de la pinacotea madrileña hasta el 11 de enero. Degrain fue un destacado pintor español del siglo XIX, famoso por sus paisajes y composiciones históricas y literarias.

La muestra reúne una decena de obras del pintor valenciano, entre las cuales destacan cinco que han sido restauradas recientemente. A través de ellas, puede apreciarse la diversidad temática, la maestría técnica y la sensibilidad estética que caracterizan su trayectoria artística. Complementando la exposición, una vitrina presenta su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, pronunciado en 1899 y centrado en “la sinceridad en el arte”, junto con un dibujo donado recientemente a la colección y una fotografía de su retrato esculpido por Miguel Blay.

  • Paisaje del Pardo al disiparse la niebla, Antonio Muñoz Degrain, Antonio 1866, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1867.

Inició su trayectoria dentro de un estilo ecléctico, en el que confluyen elementos del romanticismo y del academicismo. Con el tiempo, su lenguaje plástico fue evolucionando hacia el luminismo valenciano, adoptando luego una pincelada más libre, cercana al impresionismo e incluso al expresionismo, donde el color adquiere una intensidad vibrante, atrevida y profundamente emotiva. Fue maestro de artistas como Pablo Picasso en sus primeros años y tuvo una influencia relevante también sobre Joaquín Sorolla.

La muestra expositiva de Degrain se enmarca dentro del programa de difusión del siglo XIX del Prado e incluye piezas emblemáticas como Paisaje del Pardo al disiparse la niebla (1866), restaurada recientemente. Toma el relevo de exposiciones creadas en el pasado a Federico de Madrazo, Francisco Pradilla, Aureliano de Beruete o Joaquín Sorolla.

  • Vista tomada en los Pirineos navarros, Antonio Muñoz Degrain, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1863.

La atracción de Muñoz Degrain por lo exótico, los elementos orientalistas, se manifiesta en Los escuchas marroquíes (1879), una obra que refleja su interés por los ambientes norteafricanos y su capacidad para incorporar elementos ajenos al entorno español. Esta inclinación convive con su producción religiosa, representada en lienzos como Jesús en el Tiberíades (1909), donde la espiritualidad se conjuga con una ejecución vibrante y personal.

A su vez, su mirada se posa también sobre lo íntimo y cotidiano, como demuestra Rincón de un patio toledano (1904), una escena que revela su sensibilidad para capturar la luz y el ambiente de espacios domésticos. En conjunto, estas obras dan cuenta de la amplitud temática y estilística del pintor, siempre en búsqueda de nuevas formas expresivas. Complementariamente, la pintura Interior del estudio de Muñoz Degrain en Valencia, realizada por su amigo Francisco Domingo Marqués, constituye un valioso documento visual sobre el entorno creativo del artista, además de poner en relieve el papel central que tuvo la pintura en la vida cultural de la Valencia decimonónica.

BONART 180x180banner-automobil-180x180

Te pueden
interesar
...