El Tribunal Supremo ha confirmado que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) deberá devolver las pinturas murales de la sala capitular del monasterio de Sijena a su emplazamiento original en Aragón. La resolución da continuidad a una sentencia anterior de la Audiencia de Huesca, que establece que el MNAC no es su propietario legítimo, sino un simple depositario.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha reaccionado afirmando que su gobierno no obstruirá la ejecución del veredicto, "la sentencia es clara y debe respetarse", ha declarado, a pesar de reconocer que el traslado puede suponer un riesgo para la integridad de las obras. Illa ha dejado en manos del MNAC la responsabilidad de decidir cómo y cuándo ejecutar la resolución, apelando a la necesidad de un debate técnico para evitar "daños irreparables".
Las pinturas, datadas entre 1196 y 1208, son consideradas una pieza clave del patrimonio medieval catalán y fueron salvadas por los servicios patrimoniales republicanos después del incendio del monasterio durante la Guerra Civil. Restauradas y trasladadas a Barcelona, actualmente están montadas sobre soportes de tela y madera que se construyeron simulando los arcos de la Sala Capitular de Sijena, pero no son copias exactas; los tamaños son aproximados y, por tanto, no se adaptan a la arquitectura original, lo que complica el traslado sin riesgo de degradación.
Espai del MNAC on s’exposen les pintures murals procedents de la sala capitular del monestir de Sixena. © Marc Rovira
La consejera de Cultura, Sònia Hernández, ha sido más contundente que el presidente al defender la conservación de las obras y en la misma línea, la directora del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña, Mireia Mestre, ha advertido que "habría que ver si es ejecutable. Hay un código ético del profesional de la restauración que dice que cuando se ha de no realizar la actuación y no llevar a cabo el proyecto.” Por su parte, Pepe Serra, actual director del MNAC, declaró hace unos años que, mientras él estuviera al cargo, las pinturas murales de Sijena no se retirarían: “Lo digo bien claro, sería una tontería, un despropósito internacional.”
Detall de les pintures murals de Sixena exposades al MNAC. © Eli Don
El conflicto entre Cataluña y Aragón por el legado artístico de Sijena se arrastra desde hace décadas y ha tenido ya precedentes polémicos. En 2017, la Guardia Civil se incautó de 44 obras del Museo de Lleida en cumplimiento de otra sentencia, en una actuación que fue muy criticada por cómo se gestionó políticamente. Ahora, el juzgado de primera instancia de Huesca es el que deberá definir el protocolo para el traslado de las pinturas. Aunque la sentencia del Supremo no contempla las condiciones de conservación de la obra, los especialistas insisten en que la sala capitular del monasterio, afectada por humedades desde el siglo XII, no ofrece las garantías ambientales necesarias para preservar adecuadamente tan frágiles obras.
Mientras tanto, el patronato del MNAC —formado por representantes de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el gobierno español— se reunirá la próxima semana para estudiar cómo proceder. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha hecho un llamamiento a la colaboración institucional entre Catalunya y Aragón para afrontar lo que califica de "decisión conjunta".