En el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, un espacio que ha visto pasar siglos de historia, Jaume Plensa (Barcelona, 1955), conocido tanto por su obra como por la forma en que conecta con el público, recibió el lunes la Medalla de Oro al Mérito Cultural. El escenario no podía ser más simbólico para un reconocimiento que mira tanto al pasado como al futuro, en una ciudad clave en su trayectoria personal y artística.
Jaume Plensa lleva décadas dejando huella con esculturas monumentales e instalaciones en todo el mundo. Aunque su lenguaje se ha construido principalmente a través de la forma escultórica, ha experimentado con otras disciplinas como el dibujo, el sonido, el grabado o incluso la creación escenográfica. Esta versatilidad ha contribuido a hacer de su obra una constante exploración de las emociones y la espiritualidad, manteniendo una conexión muy directa con el espacio y las personas. El reconocimiento llega después de que el pleno del Consejo Municipal decidiera por unanimidad concederle ese galardón, un gesto que va más allá de un simple homenaje institucional. Se trata de la máxima distinción que otorga el Ayuntamiento en el ámbito de la cultura, reconociendo con ella una carrera larga, activa y con proyección internacional, pero también una actitud ante el arte que le ha llevado a hacerlo accesible, ubicándolo en espacios públicos y convirtiéndolo en parte del paisaje cotidiano de muchas ciudades.
L'alcalde Jaume Collboni fent entrega de la Medalla d'Or al Mèrit Cultural a Jaume Plensa.
El acto de entrega sirvió para hacer valer su forma de entender el arte como una herramienta de conexión. Collboni destacó la capacidad de Plensa para que Barcelona esté presente en la escena cultural global, pero también remarcó su papel a la hora de llevar la cultura a la calle, al alcance de todos. Y no sólo eso, sino que habló de un artista que representa a una ciudad abierta y plural. Esta mirada hacia el arte como elemento de cohesión social y representación colectiva fue uno de los hilos conductores del acto.
Por su parte, Plensa compartió recuerdos personales, habló de su trayectoria y aprovechó para llamar a no olvidar la importancia del arte, especialmente en momentos de crisis. "El arte es más necesario que nunca", dijo con convicción. Según él, "nosotros, los creadores, debemos comprometernos y arriesgarnos con todo nuestro corazón en colaboración con todos los agentes sociales a encontrar la certeza de que nos permita definir una nueva percepción de los espacios en común, que nos ayudarán a cristalizar el intenso deseo de la sociedad de llenar la oscuridad de luz y el día a día de belleza".