El Museu de Lleida acoge desde ayer una conversación entre épocas, un encuentro entre pasado y presente bajo el título Origen, de la mano de la Fundació Sorigué . Ambas instituciones proponen una mirada cruzada en la que piezas de arte contemporáneo conviven con objetos del patrimonio histórico del museo. El recorrido invita a observar cómo, a pesar de los siglos que separan las obras, muchas comparten inquietudes, formas de representar el mundo y preguntas que siguen siendo vigentes.
La muestra, que se podrá visitar hasta enero de 2026, coincide con el 25 aniversario del nacimiento de la colección contemporánea de la Fundación Sorigué, reconocida recientemente con el premio “A” Colección Corporativa de Fundación ARCO. Esta efeméride es una buena oportunidad para revisar los puntos de conexión entre arte y territorio, entre memoria y actualidad, y entre los discursos visuales de ayer y hoy.
Blanket III, Liza Lou (2006). Al costat, sarcòfag de pedra, procedent del Convent dels Trinitaris d’Avinganya (Seròs, el Segrià).
Bajo la premisa de que el arte contemporáneo no vive ajeno al pasado, sino que, de hecho, a menudo lo utiliza como punto de partida para replantear ideas y experimentar, se articula una selección de obras que refleja plenamente esta voluntad de enlazar el contexto actual con un largo y complejo bagaje cultural. Estas piezas, además de dialogar con su tiempo, revisan y resignifican imágenes y conceptos del pasado. Entre las obras que forman parte de este intercambio encontramos a artistas que ofrecen visiones personales, pero estrechamente ligadas a temas universales. Es el caso de Cabo de Jaime Plensa , una escultura en hierro de su primera etapa artística, que ya evidencia su interés por la figura humana, no sólo desde la vertiente formal sino también desde su dimensión emocional y psicológica. Esta obra se exhibe en el ámbito del museo dedicado a la Prehistoria, donde se habla de la evolución de la especie humana y la persistencia de los restos que nos explican quienes somos.
Miquel Barceló , con su pieza Peinture pariétale sur toile, que remite a las pinturas rupestres, establece un vínculo directo con el legado artístico más antiguo conservado en las tierras de Lleida, como las escenas de la Roca de los Moros del Cogul. Su obra juega con la idea del arte como rastro dejado por el ser humano, como acto simbólico y vital a la vez.
The Return, Bill Viola (2007). Al costat, baptisteri d’El Bovalar, una construcció en pedra, procedent de la basílica paleocristiana del poblat del Bovalar (Seròs, el Segrià).
Origen dedica también un espacio a reflexionar sobre la relación entre sociedad y avances tecnológicos. Blind Sensorium de Armin Linke , una videoinstalación que precede a las colecciones de arqueología del museo, recoge más de una década de trabajo de campo sobre cómo las personas transforman y perciben el entorno. Instalada en el espacio central del museo, esta pieza funciona como punto de partida para una exposición que también nos habla de la impronta que estamos dejando en el mundo. Anselm Kiefer presenta Der Rhein, una obra en la que el libro actúa como metáfora de la transmisión del conocimiento y de la memoria compartida. Esta pieza, que evoca un viaje por el río Rin, se expone muy cerca de una joya del patrimonio local como es la Biblia de Lleida, un códice monumental lleno de ilustraciones y detalles ornamentales, con el que establece un diálogo visual y conceptual profundo.
Origen incluye también otras muchas obras de artistas como Aziz + Cucher , Montserrat Soto , Chuck Close , Bill Viola , Juana Escoval , Daniel Libertad , Matt Collishaw o Liza Lou , entre otros. Todos contribuyen a enriquecer una propuesta que no pretende cerrar ningún relato, sino favorecer la convivencia entre lenguajes y épocas diversas, y seguir fomentando la reflexión a través del arte contemporáneo como espacio de comunicación, cuestionamiento y debate.
Leslie / Pastel, Chuck Close (1985). Al costat, els mosaics de la vil·la romana del Romeral (Albesa, la Noguera).