Después de años de meritorio en unos estudios de cine (trabajando de ayudante de dirección, entre otros, de Luis García Berlanga), Antoni Ribas i Piera (Barcelona, 1935-2007) fundó en 1966 la productora Montornés Films, y con su esposa de entonces, Elena Maria Tejeiro, hizo su primer obra teatral de José Martín Recuerda, que presenta la denuncia social de una España rural llena de prejuicios y que, pese a su argumento, fue una agradable sorpresa que pude ver en la sesión de clausura del V Certamen Internacional de Cine y TV para Niños, en Gijón, en septiembre de 1967 (donde asistí para presentar un corto).
Després d'un Paraules d'amor (1968) amb Joan Manuel Serrat de protagonista, que no va voler assumir per discrepàncies amb el productor, i de L'altra imatge (1973), un drama d'invidents presentat al festival de Canes, arribà la seva obra cabdal: La ciutat cremada (1975-1976), un fresc sobre la societat catalana de primers del segle XX, amb tota la càrrega política de la Setmana Tràgica. Esta producción, con el apoyo de PC Teide (Josep Maria Forn), contó con las intervenciones de no pocos políticos de aquellos momentos de la transición y, por primera vez desde la dictadura franquista, los espectadores pudieron escuchar a Els Segadors en la banda sonora, lo que supuso todo un hito del cine catalán y logró el apoyo tanto del público como de la pública. Éste era el primer título de la trilogía del director sobre la historia de Cataluña del siglo XX, que completó con Victoria! (1981-83), que sería el proyecto más ambicioso de todo el cine catalán y que volvió a utilizar la fórmula de La ciudad quemada pero, en este caso, con unos resultados, de público y crítica, muy decepcionantes. Las ocho horas de metraje original finalmente se estrenaron en tres largometrajes: ¡Victoria! ¡La gran aventura de un pueblo, Victoria! ¡El desenfreno del 17 y Victoria! La cordura y el arrebato. La última película de esta trilogía sería Tierra de cañones (1993-2000), sobre una familia durante la guerra civil española, que fue estrenada sin pena ni gloria y que le trajo graves problemas económicos. Además de su personal trilogía histórica, Ribas también fue el autor de Catalanes universales (1978), El primer torero porno (1985) y Dalí con Dios (1988).
Josep Maria Planas entrevistant, el 1969, al realitzador Antoni Ribas.
Antoni Ribas realizó numerosas actividades políticas antifranquistas, entre ellas el encierro de intelectuales en Montserrat, y recibió la Orden de las Artes y las Letras de Francia, en reconocimiento a su labor profesional. Murió, de infarto, en octubre del 2007, dejando una ambiciosa filmografía que quería igualar lo que en el cine italiano suponía el Novecento, de Bertolucci (1976). Con todas sus luces y sombras, Antoni Ribas es, sin duda, una destacada raíz del cine catalán (por lo que hizo y lo que, con recursos, podría haber hecho).