El capítulo cinco de la tercera temporada del podcast Inclassificables, producido por Catalunya Ràdio y dirigido por David Escamilla y Ricard Planas, nos transporta al Museo del Barroco de Catalunya, en la ciudad de Manresa. En este episodio, los oyentes tienen la oportunidad de descubrir el arte y la historia del barroco catalán a través de los ojos de dos destacados protagonistas: Marc Sellarès, artista visual reconocido por sus intervenciones en espacios urbanos y naturales, y Francesc Vilà, director del Museo del Barroco.
Este episodio ofrece una mirada profunda y enriquecedora a la relación entre historia, arte y contemporaneidad, poniendo de relieve tanto las aportaciones de un creador como Sellarès como la perspectiva académica y de investigación de Vilà. Es, sin duda, una oportunidad para entender cómo el patrimonio barroco sigue inspirando e interpelando al público de hoy.
"Me gusta jugar con conceptos diferentes, piezas antiguas y trabajo con elementos que tengo cerca", explica el artista Sellarès. Su obra transita entre la escultura y la instalación, explorando espacios urbanos y naturales como escenarios de intervención artística. Cada acción es una invitación a reflexionar sobre las complejidades sociales, políticas y medioambientales que nos rodean. Los temas que recorriendo su trabajo —memoria, identidad territorial, desplazamiento, desigualdad y ecología humana— tejen una narrativa que conecta profundamente con la experiencia del lugar y de la sociedad. Sus instalaciones de gran formato, a menudo ubicadas en entornos naturales o cargadas de simbolismo, transforman el espacio y el tiempo, convirtiendo la obra en un diálogo vivo entre el arte, la naturaleza y la comunidad.

Francisco Vilà es el director del Museo del Barroco de Catalunya. Situado en el corazón de Manresa, dentro del antiguo Colegio de San Ignacio, el Museo del Barroco de Cataluña es un espacio donde la historia y el arte se funden para ofrecer una experiencia inmersiva y reflexiva. El edificio, con su traza clásica, ha sido adaptado para albergar las necesidades de un museo contemporáneo, conservando a su vez su carácter histórico.
La colección del museo es una ventana al barroco catalán, centrándose especialmente en esculturas de madera policromada y dorada, pinturas y otros objetos que capturan la esencia artística de los siglos XVII y XVIII. Pero más allá de las piezas más emblemáticas, el itinerario expositivo también incorpora obras de escuelas menos conocidas, revelando la dimensión popular y cotidiana del barroco catalán. El uso de recursos audiovisuales, luces y sonidos contribuye a transformar la visita en un diálogo vivo entre el pasado y el presente.
Los temas que recorre la exposición -la fe, la memoria, la identidad territorial, la desigualdad o la ecología humana- se combinan con la monumentalidad de las instalaciones, creando un recorrido que conecta profundamente con la experiencia del visitante y con la memoria colectiva de Cataluña.