Caminar más de mil doscientos kilómetros durante ochenta y dos días. Caminar río abajo siguiendo el curso delEbro desde su nacimiento, en Fontibre (Cantabria), hasta su desembocadura, en el delta del Ebro, donde se encuentra laresidencia de artistas Baladre, gestionada por el Centro de Arte Lo Pati.
Este es el inicio del proyecto Cos d’Ebre, del artista Marco Noris, comisariado por Andrea Pacheco, que podrá verse en Lo Pati del 6 de septiembre al 2 de noviembre de 2025. Un proyecto artístico multidisciplinar que explora el río como cuerpo, archivo y frontera, poniendo en el centro conceptos como la memoria, la emergencia climática, el territorio o la despoblación.
El proyecto combina disciplinas como la instalación, el dibujo, el vídeo, la escritura y el caminar como práctica artística. En la obra de Marco Noris, el hecho de caminar se presenta como una práctica con un profundo significado simbólico y reflexivo. Noris explora la idea de que el acto de desplazarse por el espacio no es solo un movimiento físico, sino también un gesto que implica una relación entre el cuerpo y el mundo. Se convierte en un signo de resistencia y reflexión.
El itinerario, en este contexto, es una forma de reivindicar la presencia humana en un mundo que a menudo se vive de manera más desconectada y virtual. También puede entenderse como un acto de conciencia. No es solo un acto físico, sino un gesto poético, político y artístico, cargado de significado.
“Los ríos son sistemas dinámicos que acumulan capas de historia natural y cultural, funcionan como archivos vivos donde se sedimentan narrativas geológicas, ecológicas y humanas. Son archivos de memoria, tiempo y paisaje, tanto por sus sedimentos fluviales como por las comunidades humanas que han crecido a su alrededor. Los ríos son también un registro antropogénico; acumulan plásticos, químicos y residuos, así como archivos poéticos, hechos de mitos y metáforas.” —Marco Noris.
Cos d’Ebre articula una reflexión sobre la sostenibilidad entendida como una experiencia compleja que va más allá de la ecología y conecta con la memoria, la cultura y las tensiones del territorio. La exposición incluirá actividades paralelas como mesas redondas, talleres, presentaciones y acciones en el territorio para profundizar en los contenidos del proyecto y fomentar el diálogo con la comunidad.
Con todo este bagaje, Noris ha llegado a Baladre, donde, entre arrozales a punto de ser cosechados y junto al Ebro, iniciará la segunda fase del proyecto. Una fase estática, ahora sin recorrido ni movimiento. Un momento de creación e introspección mientras el río circula hacia el punto donde se une con el Mediterráneo y su identidad se difumina.