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Exposiciones

La Casa Encendida celebra la escultura de Elena Mendizabal y Joan Rom

Muestra organizada junto a la Fundación Montemadrid, ‘Oro tejido con paja’ es una exposición que reúne la obra de Elena Mendizabal y Joan Rom.

Obra de Joan Rom.
La Casa Encendida celebra la escultura de Elena Mendizabal y Joan Rom

La Casa Encendida de Fundación Montemadrid presenta Oro tejido con paja, una exposición que reúne la obra de dos figuras clave de la escultura contemporánea: Elena Mendizabal (San Sebastián, 1960) y Joan Rom (Barcelona, 1954). Activos desde los años ochenta, ambos han marcado la escena artística en el País Vasco y Cataluña, respectivamente.

La muestra que se podrá ver del 11 de septiembre hasta el 18 de enero propone un recorrido por sus trabajos más recientes, con piezas inéditas que dialogan con creaciones anteriores, subrayando la vigencia de su lenguaje plástico. La exposición se enmarca en el 25 aniversario de la convocatoria Generaciones, y reivindica la trayectoria de artistas nacidos antes de 1965, quienes quedaron fuera de este programa debido al límite de edad —establecido en menores de 35 años—.

  • Obra de Elena Mendizábal.

Según la comisaria de la muestra, Beatriz Alonso, “Elena y Joan abrieron caminos en torno a la renovación de la práctica escultórica en las décadas de 1980 y 1990. No se conocían personalmente, aunque ambos recuerdan haber visto el trabajo del otro en revistas como Lápiz. Sus prácticas constituyen otros relatos minoritarios alrededor de la producción artística de las últimas décadas del siglo XX en España”.

Oro tejido con paja centra su mirada en la materialidad, explorando la fragilidad, la plasticidad y la potencia de los materiales que emplean ambos artistas. La exposición plantea, a través de sus obras, una reflexión sobre la inestabilidad de nuestro presente, la vigencia del trabajo manual y la capacidad del arte para generar conocimiento. La comisaria busca trazar un relato de la escultura que desborde los límites de lo masculino y cuestione la visión dicotómica que asocia esta práctica únicamente con la dureza, la fuerza o la resistencia física. En sus palabras, artistas como Elena Mendizabal y Joan Rom se atreven a mostrar la herida y a visibilizar la vulnerabilidad junto a la fortaleza, la duda junto a la potencia, reivindicando así el derecho al cambio y a la multiplicidad de identidades que nos conforman.

  • Obra de Joan Rom.

En la sala C, una de las piezas más destacadas de Joan Rom es Crosta de 2023, en la que el artista experimenta con tintes a base de cúrcuma. La obra, de carácter epidérmico, brota del muro como un tumor y despliega una intensa cualidad táctil que evoca el proceso de cicatrización de una herida. Su formación pictórica se revela en la tendencia a situar muchas de sus esculturas en la pared o a hacerlas emerger de ella, como si se tratara de dibujos en tres dimensiones.

Durante su visita al taller de Joan Rom en Castellvell del Camp, la comisaria pudo observar el desarrollo de Erm, una instalación realizada con tallos de esparraguera salvaje. Cada rama ha sido cuidadosamente modificada, afinando sus ramificaciones secundarias hasta transformarlas en espinas. El resultado es una obra de apariencia sencilla y belleza inquietante, instalada a ras de suelo y en diálogo directo con la tierra. Según el propio artista, un título extendido para la pieza podría ser: “No hay ninguna necesidad de poner los pies en todos los rincones del planeta; no hay ninguna necesidad de subir la montaña”.

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