Alba E. Peligero aterriza en La Viña de los Artistas de Mas Blanc y Jové y lo hace con El Éxtasis de la Locura , una obra en forma de instalación temporal en medio de los viñedos de Les Garrigues. Una construcción escultórica metálica de grandes dimensiones y proporciones que alcanza los 7,5 metros de altura por 5 de ancho creado a partir de fragmentos de chatarra soldada con forma estructural de arco desfigurado.
El artista centra su práctica en la reutilización de chatarra y desperdicios de hierro, materiales que, una vez rechazados por su uso funcional, recuperan nueva vida a través de su gesto creativo. Con una técnica basada en el ensamblaje y la soldadura, construye formas orgánicas y abstractas que huyen de la figuración convencional para explorar territorios más intuitivos, emocionales y simbólicos. Este proceso de transformación convierte fragmentos industriales en cuerpos con fuerza expresiva propia, como si contuvieran una memoria latente o una energía ancestral.
Su obra cuestiona las jerarquías visuales establecidas, rompiendo con el orden y la simetría para proponer composiciones fragmentarias que sugieren mutaciones y quimeras morfológicas. Estas estructuras, a menudo indefinidas y abiertas, no se limitan a una sola lectura, sino que estimulan múltiples interpretaciones. Son formas que pueden recordar a criaturas imaginarias, restos arqueológicos de un futuro distópico o simplemente presencias que interpelan al espectador desde un lugar profundo y misterioso.

A través de este lenguaje visual híbrido, el artista construye una poética de la materia, en la que el hierro se convierte en metáfora del paso del tiempo, de la transformación y de la capacidad de reinventarse. Cada pieza es una invitación a mirar más allá de la superficie, a encontrar belleza en lo descartado, ya establecer una relación íntima y personal con la forma y su elocuente silencio.
El artista defiende una concepción abierta de la obra, en la que el sentido no está cerrado ni impuesto, sino que emerge de la interacción con la que la observa. Lejos de proponer un mensaje unívoco, sus creaciones actúan como catalizadores de preguntas, más que de respuestas, e invitan al espectador a participar activamente en la construcción del significado. Es en este espacio compartido -entre el objeto y la mirada que lo interpreta- donde se activa un pensamiento crítico, plural y abierto, que transforma la experiencia estética en una oportunidad para la reflexión personal y colectiva.
Esta nueva pieza de La Viña de los Artistas de Mas Blanc y Jové de Alba E. Peligero evoca formas naturales como las columnas pétreas de las cuevas de Collbató. Según el artista, "la locura puede ser otra forma de ver, otra forma de tocar el mundo; este éxtasis no es exaltación sino parte de un camino que no siempre se ha definido con la misma intensidad", generando debate y animando a las personas a compartir las percepciones propias sobre la obra".
Un proyecto que inició hace cuatro años con Éxtasis y ahora irá en paralelo a Katarsi , una muestra con quince esculturas de pequeñas dimensiones dentro de la bodega. Cada pieza funciona como un ser vivo, autónomo e inquietante, que altera el orden preestablecido y desestabiliza las convenciones visuales y conceptuales que gobiernan nuestra percepción de la realidad. A través de la descontextualización de formas y materiales, el artista desafía los códigos estéticos dominantes y abre un proceso de relectura crítica que pone en cuestión lo normalizado. La obra se convierte así en un acto de resistencia simbólica, una invitación a repensar los valores asumidos ya imaginar nuevas formas de comprensión social y cultural.