El Espai Caldes de Escaldes-Engordany había abierto ayer por la tarde la exposición La censura es la comisaria de esta exposición, pero la propuesta no llegó a completar ni las primeras horas de vida pública, ya que a última hora del mismo miércoles el común de Escaldes anunció su cancelación. Según fuentes oficiales, la decisión se ha tomado por razones de seguridad, dado el elevado nivel de alerta antiterrorista en los países vecinos y la proximidad de los Juegos de los Pequeños Estados. La medida se adoptó después de un análisis conjunto con el Gobierno y la policía, con el objetivo de prevenir cualquier riesgo y garantizar el bienestar colectivo. El común ha expresado su pesar por los posibles inconvenientes y ha agradecido la comprensión ciudadana, reafirmando su compromiso con la libertad de expresión y con el fomento de una cultura crítica dentro de un entorno seguro.
La reacción del Museo del Arte Prohibido , coorganizador de la muestra, no se ha hecho esperar. Según ha denunciado la propia institución, la exposición —que debía ser su primera itinerancia internacional y estaba prevista hasta el 20 de septiembre— fue retirada después de que, minutos antes de su inauguración, la cónsul mayor de Escaldes-Engordany, Rosa Gili , ordenara retirar una de las piezas expuestas: la portada del semanario Charlie Hebdo0 publicada tras los semanales Charlie Hebdo.
Portada de la revista Charlie Hebdo (2015)
Para el museo, ese gesto constituye un acto de censura incompatible con el espíritu de la muestra. "Nuestro compromiso con la libertad de expresión es absoluto. No podemos aceptar que se prohíba una sola pieza sin que esto comprometa la integridad del conjunto", han declarado fuentes de la institución. El comisario de la exposición y director artístico del museo, Carles Guerra , remarcó: "Cuando yo como curador, pongo la portada de Charlie Hebdo junto a las fotos de las víctimas, estoy diciendo que esto forma un cuerpo único… Sacar la portada es sacarle algo a las fotos de las víctimas. Y así con toda la exposición".
Víctimas de París, Daniel Ochoa de Olza (2015)
Con este acto simbólico y políticamente cargado, la muestra había sido concebida como una reflexión sobre los límites de la libertad de expresión, especialmente en el ámbito artístico, y consistía en poner en evidencia qué manifestaciones creativas se han considerado molestas, subversivas o inconvenientes según determinados poderes y contextos históricos. La colaboración con el Museo del Arte Prohibido, fundado en 2018 en Barcelona, ofrecía una selección de obras que han sido históricamente rechazadas, censuradas o retiradas por motivos políticos, religiosos, morales o ideológicos. La muestra reunía piezas de 18 artistas internacionales como Ai Weiwei , Marta Minujín , Paul McCarthy , María Evelia Marmolejo , Mounir Fatmi o Daniel García Andújar . Entre las obras expuestas destacaban Las víctimas de París de Daniel Ochoa de Olza , Las pecadoras o el rincón de las impuras de María Eugenia Trujillo o El síndrome de Sherwood 2 de Núria Güell .
El síndrome de Sherwood 2, Núria Güell
Durante la inauguración, el consejero de Vida Cultural y Aparcamientos, Valentí Closa , reivindicó la muestra como un espacio para hacer visibles prácticas artísticas a menudo excluidas de los circuitos convencionales. También asistieron Rosa Rodrigo , directora del Museo del Arte Prohibido, y la propia cónsul, Rosa Gili , quien posteriormente intervino para ordenar la retirada de la portada de Charlie Hebdo.
L'empremta, Ai Weiwei (2018)
Pese al paro repentino de la exposición, el Espai Caldes asegura que mantiene su compromiso con una programación que promueva el pensamiento crítico y el diálogo con la realidad social contemporánea. El común, por su parte, expresó que lamenta los inconvenientes y reitera su apuesta por una cultura crítica, siempre dentro de un marco que garantice la seguridad y la convivencia.
Con flores a María III, Charo Corrales (2018)