Mallorca se prepara para acoger un proyecto innovador que sitúa al arte como herramienta transformadora para repensar la relación con el territorio y activar nuevas conexiones entre disciplinas. Se trata de la BIENNAL B , una propuesta impulsada por Es Baluard Museo de Arte Contemporáneo de Palma y el Consell de Mallorca , que apuesta por la colaboración, el conocimiento compartido y una mirada abierta hacia el futuro. Más que un evento puntual, esta iniciativa quiere generar continuidad e impacto, conectando a agentes culturales, científicos, artesanos e instituciones de todo el territorio.
El proyecto cuenta con una codirección artística formada por David Barro , director de Es Baluard, curador y experto en desarrollo sostenible aplicado al arte y el diseño, y Mercedes Martín , divulgadora y meteoróloga, reconocida por su compromiso con la sostenibilidad y el cambio climático. Juntos aportan una mirada transversal en la que el arte se conecta con la ciencia, el territorio y el activismo ambiental.
Antònia Roca, Mercedes Martín i David Barro. Foto: Carmen Verdú
Con una programación que se extenderá por toda la isla, la bienal activará espacios como el Museo de Mallorca , la Fundación Pilar y Joan Miró , el Casal Solleric , Can Balaguer y Casa Planas ; el Museo de Historia de Manacor ; la Fundación Toni Catany de Llucmajor; el Museo del Calzado y de la Industria de Inca; el Museo de Pollença – Iglesia del Convento de Santo Domingo y Coster Art i Natura , también en Pollença; el Museo del Mar , el Museo Balear de Ciencias Naturales (Jardín Botánico) y Can Prunera , en Sóller; la Casa de Cultura de Santanyí ; las Salinas de Es Trenc , en Campos; el Castillo de Capdepera ; el CCA de Andratx ; el Casal de Cultura Can Gelabert , en Binissalem; el Monasterio de Bellpuig , en Artà; y el Casal de Son Tugores , en Alaró.
La BIENNAL B , por tanto, llegará en 2025 a espacios muy diversos, desde museos y centros culturales hasta lugares emblemáticos del paisaje mallorquín. El objetivo es trabajar codo con codo con entidades locales y abrir el museo hacia el exterior, desplazando su actividad más allá de sus muros y de la ciudad de Palma. Este nuevo formato deslocalizado pretende favorecer el intercambio entre artistas contemporáneos y profesionales de la artesanía, impulsando proyectos que combinen arte, sostenibilidad, oficios tradicionales y paisaje. Se proponen exposiciones, acciones performativas e intervenciones pensadas específicamente para cada espacio, con la voluntad de generar vínculos con el contexto y fomentar una activación cultural que no dependa exclusivamente de las temporadas turísticas. La BIENNAL B se construye a partir de tres líneas principales: la producción de proyectos interdisciplinarios, acciones para fortalecer la conectividad ecológica y un congreso internacional que abrirá espacios de debate y reflexión.
Las acciones vinculadas a la ecología incluirán colaboraciones con expertos y colectivos locales en zonas como Puigpunyent , Randa o la costa mallorquina , con la participación de organizaciones como Save the Med . También se impulsará la iniciativa Suelo Mallorca y se creará un hub de cultura y ciencia ciudadana como espacios para el intercambio de ideas y prácticas.
Los días 7 y 8 de noviembre de 2025 tendrá lugar el Congreso Internacional de Arte, Cultura y Ciencia en el Aljibe de Es Baluard Museu. Este encuentro reunirá a profesionales de diferentes ámbitos para debatir sobre temas como la innovación cultural, la ecología o la preservación del patrimonio. Además, servirá para realizar balance de los proyectos desarrollados durante la bienal y plantear líneas de futuro.
En cuanto al impacto, la BIENNAL B quiere ir más allá de la actividad artística. Por eso, ha definido más de 50 indicadores para medir aspectos como la implicación ciudadana, la transmisión de conocimientos tradicionales o la colaboración entre sectores . También se prevé documentar todo el proceso en una memoria final, que permitirá valorar sus resultados y sentar las bases para futuras ediciones.
Con esta propuesta, Es Baluard Museu abre nuevas formas de trabajo colaborativo en la isla, aprovechando el potencial del arte para activar conversaciones, preservar saberes e imaginar nuevas formas de habitar y entender Mallorca. La bienal no sólo quiere mostrar, sino escuchar e implicar. Y, sobre todo, crear espacios donde el arte contemporáneo pueda dialogar con lo que ya está ahí.