En este momento de transformación acelerada, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una tecnología clave con un profundo impacto en múltiples disciplinas, incluida la arquitectura. Su capacidad para optimizar procesos y automatizar tareas ha captado el interés del sector pero también ha suscitado preguntas fundamentales sobre la evolución de la profesión. ¿Cómo integrar estas herramientas sin perder la esencia creativa, técnica y cultural que caracteriza a la arquitectura?
Uno de los desafíos más significativos es abordar las implicaciones de la digitalización en el mercado laboral. Sistemas de IA capaces de generar planos, renders y memorias automáticamente plantean el riesgo de modificar profundamente los roles tradicionales dentro de los equipos profesionales. Esto nos invita a reflexionar: ¿las máquinas pueden sustituir la intuición y la creatividad humanas, o son un complemento que enriquece el trabajo arquitectónico? Según Tetiana Klymchuk, directora de IA de Sabentis, “las empresas necesitan más formación en IA porque puede facilitarles su día a día, pero muchas no están listas para entenderla, especialmente en la preparación de datos”. El comentario pone de manifiesto la necesidad de adaptar el sector arquitectónico al uso de este recurso pero siempre asegurando que se mantengan los valores esenciales que definen la profesión.
Además, el debate sobre la propiedad intelectual adquiere cada vez mayor importancia. Las herramientas generativas pueden producir diseños innovadores, pero ¿quién tiene su titularidad? El interrogante nos obliga a repensar los marcos legales y éticos que regulan la creación arquitectónica. Y aunque la arquitectura mantiene un fuerte componente analógico, esta realidad también ofrece una oportunidad única para explorar una convivencia enriquecedora entre tecnología y creatividad humana. La IA no pretende sustituir al arquitecto, sino liberarle de tareas repetitivas para que pueda centrarse en su dimensión más conceptual e innovadora.
Imatge per a les jornades organitzades pel COAC 'La intel·ligència artificial en l'arquitectura'. © Sergi Huerta
Las cuestiones presentadas han sido centrales en las jornadas organizadas por el Colegio de Arquitectos de Cataluña. La primera edición, celebrada el pasado año, estableció un espacio para analizar los retos y las posibilidades que la IA presenta en el ámbito arquitectónico. Este año, el segundo ciclo ha profundizado en las implicaciones prácticas, culturales y éticas de su implementación, consolidándose como un foro esencial para abordar el futuro del sector. Los encuentros han permitido a los profesionales reflexionar conjuntamente y compartir ideas sobre cómo incorporar la IA de forma responsable, preservando los valores humanos que definen la disciplina. Tal y como señaló un experto en IA, “las tecnologías deben ponerse al servicio de las personas, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y evitando su mal uso mediante la educación y la regulación”. Este planteamiento subraya la necesidad de un enfoque responsable que ponga a las personas en el centro de la transformación digital.
La arquitectura, a fin de cuentas, es una disciplina que combina arte y ciencia, funcionalidad y emoción. Recordando Vitrubio con su firmitas, utilitas, venustas, la dualidad entre solidez, funcionalidad y belleza sigue siendo la esencia del buen diseño arquitectónico. La inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta poderosa para potenciar estos valores, siempre que se utilice con responsabilidad y visión de futuro. Es el reto y, al mismo tiempo, la oportunidad que tenemos ante nosotros.