Lost Limits de Anne Glassner y Marit Wolter se podrá ver del 18 de septiembre hasta el 5 de octubre en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona. Propuesta creativa que se inserta en el espacio determinado con la voluntad de transformarlo, interpelarlo y cuestionarlo desde una mirada artística. La intervención suele tener un carácter efímero, crítico y contextual, ya menudo incorpora elementos participativos que invitan al público a formar parte activa de la experiencia.
Las intervenciones en el Pabellón Mies van der Rohe representan una experiencia singular dentro de la ciudad, aprovechando la singularidad de sus espacios excepcionales. Estas propuestas, impulsadas por especialistas de diversas disciplinas culturales, generan interpretaciones dinámicas que recrean y actualizan el sentido y la vitalidad del Pabellón en el contexto contemporáneo. Esta intervención se desarrolla en el marco del Barcelona Gallery Weekend y SWAB Barcelona, organizada conjuntamente con Phileas – The Austrian Office for Contemporary Art, Bildrecht, Federal Ministry for Housing, Artes, Cultura, Media y Sport de la República de Austria, el Foro Cultural de Austria en Madrid y Hangar – Centro de Cultura.

Fotografía Christian Prinz.
Un conjunto de esculturas de hormigón, concebidas por Wolters con el agua misma del estanque grande donde reposan, se integran de forma orgánica en el Pabellón Mies van der Rohe, estableciendo un diálogo sutil con el travertino que las rodea. Su presencia mineral parece surgir del lugar, como si siempre hubieran estado allí. Paralelamente, la performance evoca una domesticidad insólita dentro de este espacio icónico: las intérpretes, vestidas con ropa de camuflaje que las funde con la arquitectura, despliegan acciones cotidianas —sentar, caminar, observar, estirarse, beber, comer o jugar— que se convierten en gesto. La presencia del visitante, lejos de ser ajena, se convierte en parte activa de la pieza: puede interrumpir, alterar o transformar el recorrido de las performers, convirtiéndose así en un elemento vivo dentro de esta coreografía silenciosa que habita y redibuja el Pabellón.
Las esculturas de Marit Wolters evocan la idea de presencia a través de formas temporales que establecen un diálogo constante con el espacio que habitan. Son construcciones que investigan la relación entre materia y entorno, poniendo de relieve la fuerza expresiva del material. Por su parte, las acciones de Anne Glassner se centran en la atención a los gestos cotidianos y repetitivos, transformándolos en una forma de contemplación activa. Esta colaboración entre ambas artistas nace a raíz de sus respectivas participaciones en 2021 y 2022 en la Villa Tugendhat, otro de los espacios emblemáticos proyectados por Mies van der Rohe junto con Lilly Reich.

Fotografía Anna Mas.