El colectivo RojoNegro, integrado por María Sosa y Noé Martínez, ha sido seleccionado para representar a México en la 61ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, que se llevará a cabo del 9 de mayo al 22 de noviembre de 2026. Poco a poco se van conociendo los participantes y después de un cuidadoso proceso de análisis y deliberación, el consejo eligió la propuesta de RojoNegro, titulada Actos invisibles para sostener el universo y curada por Jessica Berlanga Taylor, por su sólido marco conceptual y su habilidad para articular visiones sensibles, situadas y críticas.
A lo largo de sus distintas ediciones, la Bienal de Arte de Venecia ha adoptado diversas modalidades para seleccionar el proyecto que representa a México. Para esta ocasión, se optó por un proceso curatorial, en el que el INBAL convocó a un consejo asesor conformado por Jessica Berlanga Taylor, Manuela Moscoso y Osvaldo Sánchez. Este consejo se encargó de analizar y valorar distintos perfiles artísticos, con el propósito de identificar una propuesta sólida y representativa para la participación de México en la Bienal.
La elección de Actos invisibles para sostener el universo, de RojoNegro, se explica por abordar “temas urgentes como la memoria ancestral, la justicia epistémica, la descolonización y la ecología relacional, desde una práctica que trabaja con cosmogonías indígenas, afrodescendientes y campesinas, no como referencias externas, sino como matrices de pensamiento vivas que organizan sus formas de creación, vínculo e imaginación”.
El pabellón de México presentará esta obra en un formato híbrido que combina instalación, performance y sonido. Realizada con materiales orgánicos, la propuesta se distingue por su capacidad de articular visiones sensibles, situadas y críticas.
RojoNegro es un dúo conformado por María Sosa y Noé Martínez, cuya práctica artística combina memoria ancestral, lenguajes del cuerpo y tecnologías rituales desde una perspectiva decolonial. Mediante instalación, performance, sonido y materiales orgánicos, su obra genera formas de conocimiento situadas, que ponen en cuestionamiento los procesos de colonización y sus efectos duraderos sobre cuerpos, territorios y cosmovisiones contemporáneas.
El tema de la 61ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia es In Minor Keys, concebido por el equipo curatorial de la Bienal a partir de la propuesta de la curadora recientemente fallecida Koyo Kouoh. La muestra se plantea como una partitura colectiva, desarrollada junto a artistas que han creado universos imaginativos, explorando los límites de la forma. Sus prácticas funcionan como melodías complejas, que pueden apreciarse tanto en conjunto como de manera individual, y cuyos trabajos se integran de manera orgánica con la sociedad.