El VINSEUM de Vilafranca del Penedès está a punto de dar un paso importante en su trayectoria, están cada vez más cerca de ser reconocido como Museo de Interés Nacional por parte del Govern de la Generalitat. El visto bueno de la Junta de Museos de Catalunya, el pasado 10 de abril, da alas a un proceso que lleva tiempo trabajando y que podría culminar con este reconocimiento oficial. Pero más allá del trámite, este movimiento confirma el papel clave que juega el VINSEUM en la divulgación de la cultura del vino y todo lo que le rodea.
Este tipo de reconocimiento se otorga a aquellos museos que, por el valor de sus fondos, por el contenido de las colecciones o por el alcance de su patrimonio, tienen un peso destacado en el conjunto cultural del país. En este caso, se considera que el impacto del VINSEUM va más allá de su entorno inmediato y que su labor tiene una clara relevancia en el conjunto del patrimonio catalán.
Mural de la vinya i el vi al VINSEUM, Pau Boada (1960)
El VINSEUM hace tiempo que se dedica a explicar cómo el vino forma parte de la historia, la economía y la forma de hacer de un país. A través de sus exposiciones permanentes, la programación cultural y la investigación que impulsa, el museo ha ido tejiendo una red de iniciativas que conectan la tradición vinícola con el presente. Y lo hace con la colaboración activa con el INCAVI, el Instituto Catalán de la Viña y el Vino, que desde 2004 ha llevado a compartir proyectos, conocimiento y objetivos comunes. Lejos de un discurso museográfico estático, el equipo del VINSEUM apuesta por una mirada contemporánea y abierta, con una clara voluntad de generar debate y acercarse a las preocupaciones actuales.
Exposició permanent al VINSEUM.
Su recorrido comienza en 1935, cuando se fundó como Museo de Vilafranca en el Palacio Real. Desde entonces, el crecimiento ha sido progresivo. A partir de los años 70, con la incorporación de nuevos espacios y colecciones, y sobre todo a partir de los 90, con un debate profundo sobre el papel que debía jugar el museo en la sociedad actual, se puso en marcha un proceso de transformación. Entre 1999 y 2004 se actualizó el inventario del fondo y se proyectó un nuevo modelo museológico. Todo esto desembocó en una reforma arquitectónica a fondo y un nuevo planteamiento museístico que ha ido cogiendo forma a lo largo de los últimos veinte años.
En noviembre de 2024 se inauguró la última gran ampliación, que ha dotado al VINSEUM de más espacio a exponer, unos 5.000 m² en total, y que ha mejorado notablemente la experiencia de los visitantes. Además, el museo conserva más de 20.000 piezas, de las que unas 2.000 forman parte de la exposición actual. Éstas se complementan con cesiones y colaboraciones con otros museos y yacimientos arqueológicos del país. El conjunto de materiales que conforma su fondo no sólo es extenso, sino también variado, conviven objetos físicos, documentación y elementos del patrimonio intangible que ayudan a explicar mejor la relación entre el territorio y la cultura vinícola.
Exposició permanent al VINSEUM.
En 2024, el VINSEUM ha sido reconocido como mejor museo del vino de Europa por Inter Vitis, una iniciativa cultural impulsada por el Consejo de Europa que pone en valor a instituciones vinculadas al universo vitivinícola en el ámbito continental. El apoyo del municipio de Vilafranca ha sido clave en todo este proceso, con el Ayuntamiento y la Fundación que gestiona el museo trabajando estrechamente para hacer crecer el proyecto. Con el reconocimiento como Museo de Interés Nacional a la vuelta de la esquina, el VINSEUM se consolidará como un punto de encuentro donde la cultura del vino se presenta de manera accesible, crítica y con una clara voluntad de conexión con la realidad del país.
Moscatell, Josep Mirabent i Gatell (s.XIX). Col·lecció VINSEUM