La pasión por el arte y la necesidad imperiosa de expresar sus sentimientos de forma plástica llevaron a Xavi Carbonell (Alcoy, 1971) a adentrarse en el mundo de la pintura hace más de dos décadas. Sus influencias no provienen sólo de artistas consagrados como Basquiat, Cy Twombly, Saura y otros representantes del Expresionismo Abstracto, sino también de los garabatos espontáneos de los más pequeños. Su interés por el arte infantil se manifiesta tanto desde un punto de vista formal –donde los elementos iconográficos esbozan trazos que parecen surgidos de la mano de un niño– como en la elección de los temas. A través de sus obras, nos invita a sumergirnos en su universo particular, un espacio donde, sin apenas darnos cuenta, acabamos buscando nuestra propia conexión. Sus creaciones pueden verse en diferentes galerías de Nueva York—donde trabaja habitualmente—, así como en China y, ahora, en Barcelona. Además participa en numerosas ferias de arte nacionales e internacionales.
Uno de los rasgos distintivos de su obra es su paleta cromática vibrante y luminosa. En los inicios de su carrera, predominaban los tonos oscuros como el negro, el gris y los marrones. Sin embargo, progresivamente ha ido incorporando colores más vivos, como el rojo y el rosa, hasta llegar a las actuales salpicaduras de tonos flúor que caracterizan sus piezas más recientes.
'Untitled', Xavi Carbonell
Sin embargo, el color en su obra no está asociado a ningún estado de ánimo. Según Xavi Carbonell, cada obra le sugiere un color distinto. Utiliza el negro, el marrón, el rojo o el rosa sin ninguna connotación previa. “Cuando estoy pintando una obra de arte no pienso en el color; tampoco es que lo vea en blanco y negro, pero es cuando llego a resolver el lienzo cuando realmente surge”, comenta el artista.
En las obras que conforman la exposición, que puede verse en Barcelona hasta el 28 de marzo, hay dos influencias claras: el expresionismo abstracto americano y el arte infantil. Colorear como un niño significa conseguir desconectarse y volver a esa inocencia infantil que, con el tiempo, perdemos. "No sólo pinto lo que veo, sino lo que siento", explica Xavi Carbonell sobre su proceso creativo. Adentrándonos en sus obras, nos encontramos con un sinfín de personajes con melenas coloridas y ojos grandes. Son seres fantásticos fruto de la imaginación o personajes reales interpretados de forma personal. Multitud de figuras que se superponen y se agolpan en un mismo lienzo, como si cada obra fuera un universo propio, donde, a la vez, podríamos descubrirnos a nosotros mismos.
En la exposición se pueden ver algunas obras sobre lienzo, pero la mayoría de los trabajos están realizados sobre papel, de ahí el nombre de la muestra. En estas obras en papel, los dibujos se concentran y el espacio en blanco cobra una importancia esencial, con el equilibrio entre ambos elementos como clave de su mensaje.
'Untitled', Xavi Carbonell